Jueves , 25-02-10
D. D.
CÓRDOBA. Con las perneras remangadas y cargados hasta los topes con todo lo que podían transportar, los residentes de las parcelaciones ilegales de La Altea y Fontanar de Quintos, las más afectadas por la crecida del Guadalquivir, abandonaban ayer en tropel sus viviendas.
Algunos que el día anterior se habían negado a abandonar sus viviendas, lo hicieron ayer ante la amenaza del agua.
No obstante, la mayoría regresó para intentar rescatar todo lo posible. La imagen era desoladora. Tuvieron poco tiempo para coger lo que pudieran, después de que la Policía Local levantara temporalmente el precinto. «Es terrible lo que nos ha pasado. Y ahora, como somos ilegales, seguro que no tenemos derecho a nada», se lamentaba una residente.
Los cuerpos de algunos animales flotaban sin vida sobre el río. Otros se afanaban por salvarse de una muerte segura encaramándose sobre cualquier saliente. «Seguro que cuando todo esto acabe, el panorama que nos vamos a encontrar será mucho peor. No lo quiero ni pensar», dijo otro vecino, mientras cargaba con varias bolsas.
Durante la tarde de ayer, los dispositivos de emergencias apuntaron que la situación «parece estar normalizándose», aunque alertadon de que «mañana [por hoy] volverá a llover».

Enviar a:

¿qué es esto?


Más noticias sobre...
Facebook ABC.es