Jueves , 25-02-10
A. MUÑOZ
CÓRDOBA. Las crecidas del caudal del Guadalquivir, Genil, Guadajoz a los que en las últimas horas se han sumado el río Cabra y otros arroyos no sólo se han llevado por delante casas y vehículos, también cosechas e infraestructuras de riego.
En una valoración de urgencia, la patronal agraria Asaja-Córdoba calculaba que las pérdidas desde el inicio de las lluvias torrenciales en diciembre ascienden en la provincia a unos 250 millones de euros.
La asociación que preside Ignacio Fernández de Mesa puso el foco de atención en la Junta y el Gobierno por la falta de limpieza de los cauces (el caso del río Cabra es uno de ellos) y la negativa a construir nuevos embalses que a su juicio hubieran evitado nuevos desembalses. Ayer lo hacían los doce de la provincia con cuatro de ellos (Yeguas, Navallana, Martín Gonzalo y José Torán) por encima de su capacidad, según los datos de la Agencia del Agua de ayer tarde y de Asaja.
Recuperada la línea férrea Córdoba-Jaén, ayer había tres carreteras cortadas -la A-3000 en Montoro, la A-3125 en Guadalcázar y la A-3125 en Cañete- y cuatro tenían restringido el tráfico -la A-3129, A-3102 en Villa del Río, A-318 en Baena, Doña Mencía y Zuheros y la A-3127 de Castro a Cañete.
Otras vez Monturque
La impresionante crecida del río Cabra volvió a sorprender a los vecinos de Monturque durante la pasada madrugada. En esta ocasión se vieron afectadas numerosas plantas bajas de viviendas cercanas al cauce, así como las numerosas huertas de la zona. La travesía de la carretera N-331 incluso estuvo cortada debido a la acumulación de agua y barro. Es la tercera riada que provoca el Cabra desde el verano y todo a causa de la falta de limpieza del cauce prometida por la Delegación de Medio Ambiente.
En Aguilar, la crecida de este mismo río originó el corte de numerosos caminos y carreteras comarcales. El río llegó a saltar por encima de puentes como el situado en la carretera que une la localidad con Montalbán y el santuario de la Virgen de los Remedios, informa Jesús Prieto.
Desalojos en la Vega
Por su parte, el Genil alcanzó su punto máximo en Palma a las tres de la madrugada del miércoles, aunque a lo largo del día de ayer el caudal fue bajando progresivamente.
El dispositivo de emergencia se activó para desalojar a doce familias: nueve en el pago de huerta de La Graja, una del pago de Pedro Díaz, otra del Callejón del Junco y la última de una vivienda cercana al puente de hierro sobre el Guadalquivir.
Por su parte, el presidente de Palmanaranja, Teodoro Revilla, informó de que los daños a los cítricos han sido bastante graves. El agua ha cubierto más de 250 hectáreas cultivadas y según el presidente, aproximadamente en la cuarta parte de esas huertas la naranja estaba aún sin coger. Muy probablemnte, los naranjos anegados sufran asfixia radicular.
Por su parte, el parlamentario popular Salvador Fuentes aseguró que su grupo va a solicitar ayudas rápidas para los agricultores y familias que se han visto afectadas por las inundaciones. Fuentes criticó la falta de coordinación con respecto a los cortes de carreteras, ya que la A-431, a la altura de Almodóvar, permanecía cortada y nadie avisó de este hecho, informa Juan Jesús Sánchez.
Zona catastrófica
El aspecto de Huertos Familiares y barriada de San José, en Villafranca, era desolador. 25 familias han abandonado las viviendas, hundidas en el metro y medio largo que alcanzó el nivel del agua.
La carretera de acceso al municipio, que enlaza con la autovía A4, estaba cortada, igual que la que comunica con Alcolea al superar el agua del río Guadalmellato el vial del puente Mocho.
La delegada de Obras Públicas, Mar Giménez, aseguró que «lo prioritario son las personas. Habrá tiempo de determinar la legalidad de la construcción de las viviendas anegadas», ejecutadas en zona inundable. La subdelegación del Gobierno ha confirmado «su intención de declarar este área como zona catastrófica», informa Andrés Orgaz.

Enviar a:

¿qué es esto?


Más noticias sobre...
Facebook ABC.es