J. P. M. / D. D. / A. R. V.

CÓRDOBA. «El futuro aeropuerto no se encuentra en zona inundable, es decir, que lo que ha sucedido ahora es consecuencia de una circunstancia extraordinaria». Ésta es la valoración de AENA sobre la posible afección de la crecida del río Guadalquivir al meandro donde se encuentra ubicado el aeropuerto. La fotografía de esta información refleja otra realidad distinta.

La Confederación Hidrográfica del Guadalquivir presentó un informe como alegación a la Declaración de Impacto Ambiental de las obras de ampliación del aeródromo que no deja lugar a dudas.

«De los perfiles transversales de los planos de la pista se deduce que está situada en zona inundable, aunque fuera de la zona de policía; y que la zona de edificios de control del aeropuerto se encuentra en zona inundable, quedando parte de ella en zona de policía. Las autorizaciones de uso que puedan otorgarse dentro de terrenos inundables situados en zona de policía de cauces públicos estarán condicionadas a la previa ejecución de medidas específicas contra las inundaciones».

Este informe es público. Así lo hizo el BOE del 13 de enero de 2009, que revela a las claras que la afección del río al aeropuerto es obvia, hasta incluso niveles de «zona inundable de policía de cauces», o lo que es lo mismo, cien metros desde la margen del río donde «se condicionará el uso del suelo y las actividades».

«La zona norte de la ampliación de pista no se está viendo afectada -señaló ayer el alcalde, Andrés Ocaña-, sí la sur que colinda con Fontanar de Quintos. De todas formas, la zona afectada pertenece al tramo de seguridad, que se ha visto inundada porque se ha bajado la cota del suelo; hay que tener en cuenta que la incidencia de la inundabilidad es diferente en las infraestructuras», dijo.

No lo vio así el líder de la oposición y parlamentario del PP José Antonio Nieto, que llevará la situación a la Cámara andaluza y al Congreso. En concreto, reclamará a la Consejería de Ordenación del Territorio «garantías de que esta instalación cumple los requisitos legales».

Para Nieto es contradictorio que pueda haber un aeropuerto y, sin embargo, las viviendas anexas sean irreconducibles, pues «ambos se deben encontrar en una zona inundable». «Las obras de ampliación de Fomento pueden tener gran parte de la culpa» puesto que se ha rebajado la cota y eso ha facilitado la entrada de una lengua de agua en las casas.