La selección cayó ante Serbia en su estreno en el Eurobasket 2015 en un partido de vaivenes en el que llegó a ir ganando por doce puntos en la primera parte, pero en el que terminó cediendo ante el talento de Bjelica y Teodosic. Pau Gasol, inédito durante tres cuartos, hizo creer en la remontada en los minutos finales. [Narración y estadísticas del España-Serbia]
España tardó cinco minutos en anotar su primera canasta, pero en los cinco siguientes sacó a relucir sus virtudes para lograr 21 puntos y marcharse con ventaja al final del primer cuarto (21-11). Una ventaja cimentada en los brazos de Rudy Fernández, que se echó el equipo a la espalda cuando peor estaban las cosas, y de Felipe Reyes, cuyo regreso a la selección tras el ostracismo al que le condenó Orenga en el Mundial es una de las mejores noticias para el equipo.
Los dos madridistas lideraron el parcial que llevó a la selección a mandar con autoridad en el marcador. Sin Pau en la cancha, el equipo se encontró extrañamente cómodo, con un Reyes imperial que se fue al banquillo de nuevo dejando a España ocho arriba (27-19, min. 14). En diez minutos, sumó casi los mismos puntos que en todo el Mundial (10) y dejó la sensación de que con él en pista la historia de hace un año hubiera sido diferente. La salida de la cancha del pívot le sentó mal a la selección, que no encontraba la forma de hacer daño a Serbia sin él en la cancha.
Las cinco faltas que la selección hizo en los primeros dos minutos del segundo período le condenaron durante el resto del mismo a una defensa laxa que dio muchas facilidades a Serbia. La ristra de tiros libres allanó el camino de la remontada a los de Djordjevic, que encontraron en uno de sus secundarios de lujo a su invitado sorpresa. Nemanja Nedovic, que salió escaldado de la NBA rumbo a Valencia, anotó diez puntos consecutivos en los últimos dos minutos antes del descanso y redujo casi al mínimo la ventaja de la selección (36-34), que había llegado a ser de doce puntos.
El paso por los vestuarios no mejoró a España. Al contrario. El atasco inicial volvió a encoger la muñeca de los españoles, que durante el tercer cuarto apenas conseguían anotar si no era desde el tiro libre. La exhibición de Nedovic invitó a sus compañeros a imitarle y el vendaval serbio se llevó por delante a la selección. Un parcial de 10-2 le dio la ventaja a los de Djordjevic, que no volvieron a verse por detrás en el marcador (47-53, min. 26). Bjelica y el tiro exterior balcánico agrandaron los males de España, que se vio contra las cuerdas (50-62) antes de comenzar el último cuarto.
La irrupción de Mirotic, con dos canastas consecutivas nada más comenzar el período final, dio esperanzas a la selección, mientras Pau Gasol asistía al encuentro desde el banquillo. Scariolo tardó en darle entrada, pero cuando lo hizo, el equipo cambió. El catalán entró enrabietado, pidiendo la pelota en cada acción, ávido de protagonismo. El que no había tenido hasta entonces. España se lo creyó ante una Serbia en la que solo resistía Bjelica, inmenso e imparable para Felipe Reyes.
El ataque de España se convirtió en un monólogo de Pau, que siempre sacaba algo positivo. Resistió la selección, asida a Gasol, que le puso cerca de la remontada (68-69). Rozando un triunfo que Bjelica y Bogdanovic, con dos triples consecutivos, hicieron imposible en un último minuto de locos en el que Serbia jugó mejor sus cartas y condena ahora a España a no tener más traspiés en el Europeo.




