Y Felipe González se fue de Doñana
Renuncia a la presidencia del Consejo de Participación del Parque por «falta de tiempo»

Cuatro años después de su nombramiento, y con una gestión marcada por sus reiteradas ausencias y sin ningún logro alcanzado, el expresidente del Gobierno Felipe González dejó ayer su cargo al frente del Consejo de Participación del Espacio Natural de Doñana . Dice que se va por «falta de tiempo y capacidad para dedicarle lo que merece». El anuncio lo hacía público este viernes, justo antes de iniciarse la reunión del Consejo, en el Centro Internacional de Estudios y Convenciones Ecológicas y Medioambientales de Almonte ( Ciecema ). Era la única cita que ha presidido en este último año y la tercera del total de sesiones a las que ha acudido.
El paso, sin pena ni gloria, de González por Doñana ha caído como un jarro de agua fría en la administración autonómica. La Junta de Andalucía, que tiene transferidas las competencias sobre la gestión de este Parque Nacional, había confiado en el expresidente la labor de renovar para Doñana el Diploma Europeo de Calidad de Espacios Protegidos , pero ni siquiera esto ha podido conseguir antes de su marcha.
Las disculpas planteadas sonaron a cantos de sirena ya que, aunque González es también consejero de Gas Natural Fenosa desde 2010, la falta de tiempo es una cuestión que podría haber planteado antes de aceptar su nombramiento. « Si no lo puedo atender bien, lo más responsable es decir al Consejo que voy a cesar para que puedan buscar un sustituto lo antes posible para que le dedique más tiempo, porque más cariño no le va a dedicar, pero más tiempo y eficacia seguro», manifestó el también ya expresidente de Doñana ayer para tratar de justificar su marcha.
Sólo ha asistido a tres reuniones
González asumió el cargo el 29 de diciembre de 2009 . Sucedía al frente del Consejo al prestigioso biólogo y premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica de 2007, Ginés Morata . La salida del científico se vinculó en su día al hecho de que había mostrado públicamente una oposición frontal al proyecto de oleoducto del Grupo Gallardo , que tiene paralizada la construcción de una refinería en el sur de la provincia de Badajoz. El petróleo llegaría a Extremadura a través de un oleoducto que abriría el Parque en canal, conduciendo por el subsuelo de Doñana materiales tóxicos y altamente inflamables, a través de más de doscientos kilómetros de tuberías .
La renuncia de Felipe González llega tras cuatro años en los que se han producido escasos avances en el Parque Nacional. Un tiempo en el que tuvo lugar el cambio de denominación, tras el traspaso de sus competencias del Ministerio a la Consejería de Medio Ambiente, cuando comenzó a llamarse Espacio Natural . La ausencia de logros del expresidente al frente de la gestión de Doñana ha sido la tónica general.
A pesar de que todas las convocatorias de las reuniones del Consejo durante estos años han intentando acomodarse a su agenda y que en sí mismas tan solo dos reuniones constituyen la actividad anual del mencionado organismo, el voto del expresidente no ha contado para temas tan cruciales como la propuesta de ampliación de la reserva o la aprobación del Plan Sectorial de Uso Público del Espacio Natural . Tampoco pudo González aportar su experiencia -que se le suponía el mérito máximo para presidir este órgano- para frenar o dar paso a la citada propuesta de construcción del polémico oleoducto, paralizado recientemente, ya con el popular Arias Cañete al frente del Ministerio de Agricultura y Medio Ambiente.
Otro espinoso asunto por el que Felipe González ha sido cuestionado, en su labor al frente del Parque, fue la admisión a trámite de la propuesta de Gas Natural para convertir el subsuelo de Doñana en un enorme almacén de gas. Tema polémico al máximo al ser accionista de la multinacional gasística.
La proyección internacional que se presuponía al Parque con González al frente se vino rápidamente abajo cuando, meses después de acceder al cargo, una comisión de la Unesco visitó Doñana para evaluar su estado y cuestionar su idoneidad como espacio declarado Patrimonio de la Humanidad.
El Consejo de Participación de Doñana , del que forman parte sesenta personas que pertenecen a colectivos muy variados de diferentes ámbitos, no ha encontrado respuestas en estos cuatro años ni a los problemas del propio Parque ni a la reiterada ausencia de su presidente. Una acefalia criticada desde el principio a la que la Junta de Andalucía hacía oídos sordos. A partir de ahora, los participantes del Consejo de Doñana, sobre todo los ecologistas , que ayer se felicitaban por la renuncia, no tendrán que volver a repetir aquello de «Váyase, señor González».
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