Alverlamp nació en Valencia en el año 2000, en un momento complicado para el sector de la iluminación. Diego Alberola, CEO, señala que la empresa surge tras la transición familiar de la fabricación de televisores a lámparas de bajo consumo, una tecnología muy distinta a la actual. “Comenzamos fabricando lámparas de bajo consumo, cambiando desde la fabricación de TV a bombillas en España”, explica.

Los primeros años fueron difíciles debido a la presión de la globalización y la entrada masiva de productos asiáticos. Alberola recuerda que la familia ya había sufrido el impacto de la importación de Corea y Taiwán en los 80, y que cuando apareció la producción china tuvieron claro que debían actuar. “Abrimos una planta en China en 2004 para controlar todo el material raw y garantizar calidad a buen precio”, explica.

250 empleados

y fabrica en China desde 2004

250

25 millones de euros de facturación

con Italia y Portugal como principales mercados internacionales.

25M

Esta decisión fue clave para el modelo de negocio de Alverlamp, que se enfoca principalmente en el canal de prescripción, distribución, centros de iluminación y grandes superficies. La internacionalización se basó en mercados similares a España, principalmente Italia y Portugal, que hoy son sus principales destinos de exportación. “Italia es nuestro mercado principal; Portugal ha crecido mucho, y ahora exploramos Francia, aunque es un mercado más complejo”, señala Alberola.

En 2024, la empresa facturó 25 millones de euros y ahora mismo cuenta con 250 empleados. Entre sus proyectos más destacados, podemos mencionar la iluminación del Ministerio de Industria en Madrid, así como el cambio de iluminación en Feria Valencia en 2000, donde sustituyeron tubos CFL por CCFL, logrando un ahorro de 150.000 euros el primer año.

Mirando al futuro, Alverlamp busca ser autosuficiente fabricando íntegramente todas sus piezas, desde la inyección y extrusión de plástico hasta semiconductores y packaging. Su objetivo es convertirse en un referente en prescripción en los próximos cinco años, una meta que, según Alberola, “va dando frutos”.

Control del riesgo

Financiación a corto plazo

La relación con Banco Santander ha sido crucial, especialmente entre 2004 y 2008, cuando otros bancos eran reticentes a financiar proyectos como el suyo. “Santander fue de los pocos que creyó en nuestro proyecto. Fue una lección ver cómo muchos cerraron sus puertas después de 2008”, afirma Alberola. El banco entendió la importancia de controlar la producción en China sin intermediarios, para garantizar calidad y precio.

Además del apoyo financiero, destaca el asesoramiento del Santander, que organizaba reuniones anuales en su sede central en Valencia con todos sus directivos para analizar el negocio. “Nadie nos había ofrecido ese nivel de servicio. Ahora la relación es fluida, casi con solo un café nos entendemos”, añade.

En cuanto a la gestión financiera, Alverlamp sigue una filosofía valenciana: “canyeta peixet”, que significa actuar sin riesgos y hacer solo lo posible con lo que se tiene. Utilizan instrumentos financieros básicos como financiación a corto plazo, descuentos y transferencias, valorando a Santander como un socio que no debe ponerse en riesgo por malas decisiones. “Si uno no se arriesgaría personalmente, ¿por qué arriesgar al socio?”, reflexiona Alberola.