«Quiero controlar los pasos de Aguirre y Gallardón. Tengo que estar cerca de ellos». La frase es de Tomás Gómez. El líder de los socialistas madrileños se sentía alejado del día a día político en su antigua sede del PSM en San Blas. Llevaba tiempo buscando la oportunidad de trasladarse al centro neurálgico de la capital... Hasta que surgió la oportunidad de mudarse al Palacio de la Prensa. El capricho le cuesta un alquiler de 13.000 euros al mes por dos plantas. Pero es que no se trata de un edificio cualquiera.

Es una joya de la arquitectura. Un edificio multifuncional que se construyó en 1929 por encargo de la Asociación de la Prensa. Su autor fue Pedro de Muguruza y se inspiró en los rascacielos neoyorquinos de los años 30. Contaba con un café-concierto en la planta baja, mientras que en el resto del inmueble se repartían las viviendas y las oficinas. El cine se alojó en el entresuelo. Su primera película -«El destino de la carne»- se estrenó el 2 de enero de 1929. Aunque ahora parezca una cifra irrisoria, su construcción fue de las más caras de la época: 8 millones de pesetas.

La Asociación de la Prensa lo convirtió en su sede desde que Alfonso XIII lo inaugurara el 8 de abril de 1930. Allí se alojó la redacción de «La Hoja del Lunes» y, mucho después, la del gratuito «20 Minutos».

La Agrupación periodística perdió su propiedad en los años setenta por problemas económicos derivados de la financiación del desarrollo residencial de la Ciudad de los Periodistas. Poco a poco, sin embargo, ha ido recuperando espacio en el edificio (1.500 metros), aunque su actual sede se encuentra en el número 6 de la calle de Juan Bravo.

El inmueble se desarrolla sobre un solar triangular a tres calles, lo que permite un aprovechamiento máximo (sólo hay un pequeño patio interior) y da lugar a tres volúmenes perfectamente definidos, que corresponden al cine (en la esquina trasera), el bloque de oficinas y viviendas (en la Gran Vía) y la gran torre (que se asoma a la plaza de Callao). La articulación en planta se realiza mediante un complejo sistema de escaleras que dan servicio a todas estas zonas.

Torre de arco semicircular

El Palacio de la Prensa es el primer edificio de la Gran Vía que utilizó el ladrillo visto en su fachada. Este hecho fue alabado por el famoso arquitecto y profesor Bernardo Giner de los Ríos por su originalidad. La pieza más destacable es la torre, en la que aparece de nuevo el tema del gran arco semicircular que acoge un cuerpo de vanos. Su arquitecto Pedro Muguruza estuvo abordando el proyecto durante casi cinco años.