Sábado
, 23-01-10
El Gran Teatre del Liceu retoma desde esta tarde la ópera de Wagner «Tristan und Isolde», con el aplaudido Sebastian Weigle en el podio, en una colorista versión de Thor Steingraber -que debuta en Europa con este montaje- contando con la escenografía y el vestuario diseñados por David Hockney. Este nuevo «Tristan» barcelonés ha fichado para los protagonistas a Deborah Voigt (Isolde), quien se alternará con Jennifer Wilson; como Tristan subirán a escena Peter Seiffert e Ian Storey, completando el elenco Kwangchul Youn, Bo Skovhus y Michaela Schuster.
Weigle vuelve al mando de la Simfònica del Liceu en este, su primer año como ex director musical del Gran Teatre y reconoce que los ensayos «han sido arduos, pero muy gratificantes», que está «encantado» con el talento de ambos «casts» y que «dirigir esta ópera es un auténtico regalo, un sueño para cualquier músico. Es muy compleja y en cada ensayo te das cuenta de nuevas sorpresas».
Hacía más de siete años que el «Tristan» no desembarcaba en el escenario liceísta y ahora llega en una producción de 1987 alquilada a la Ópera de Los Ángeles con escenografía y vestuario de David Hockney, un pintor con mucho de «naïf» que aplica esta cosmovisión a sus diseños teatrales transformándolos en cuentos animados llenos de color. En este terreno, el pintor nacido en 1937 en Bradford (Inglaterra) debutó en el Festival de Glyndebourne en 1975 con «The Rake´s progress», de Stravisnky. Su fascinación con el mundo operístico lo llevó a repetir en el evento inglés con «La flauta mágica» antes de debutar en el Met con «Les mamelles de Tirésies», de Poulenc. Al «Tristan» de Los Angeles le seguirán «La mujer sin sombra», de Strauss, y «Turandot», de Puccini.
En 1991 el Palau de la Virreina acogió una retrospectiva de su obra pictórica y su constante revalorización como artista hizo que en 1997 se recuperara la producción que mañana llega al Liceu.


