La seguridad vial sigue siendo una materia pendiente en Huesca. Sus vías son las más peligrosas de España y con 11 puntos negros encabeza una lista en la que seguro desearía no estar. Es el territorio español con mayor riesgo de accidentes. Las cifras ponen de manifiesto las necesidades de una provincia que lleva años demandando mejoras en sus vías.

En el Alto Aragón la N-230 se lleva la palma. Une Lérida con Francia a través de Huesca y cruza todo el Valle de Arán. uno de los puntos pirenaicos que más turistas recibe al cabo del año. Su peligrosidad se debe principalmente a lo estrecha que es su vía.

Se trata de una carretera que a diario soporta un gran densidad de tráfico, pero que sin embargo no reúne unas condiciones mínimas de seguridad. El firme en mal estado y las curvas pronunciadas son otros de sus problemas. Los usuarios de esta vía llevan tiempo en constante lucha para que Fomento oiga sus reivindicaciones y frene el constante goteo de accidentes que aquí se producen.

No es el único tramo peligroso de la provincia oscense. Huesca tiene otras diez carreteras con mejoras pendientes en el ámbito de la seguridad, entre ellas, la N-330 entre Sabiñánigo y Jaca o el cruce de la N-240 en Graus. Otros dos ejemplos del riesgo al que día tras día se exponen los vecinos de Huesca.

El informe Euro Rap ha analizado los siniestros ocurridos entre 2006 y 2008 en 995 vías españolas con una circulación superior a los 2.000 vehículos diarios y los resultados no son nada alentadores para Aragón. Si Huesca encabeza la lista en cuanto al índice de peligrosidad, Zaragoza y Teruel también cuentan en su red viaria con tramos altamente conflictivos. La primera de ellas aporta a la lista dos tramos negros, mientras que la provincia zaragozana sólo dispone de un punto conflictivo.

En la Comunidad hay en total 225 kilómetros de carreteras con un alto índice de riesgo de accidentes. En los últimos tres años se han registrado en estos tramos peligrosos 28 muertos y 181 personas heridas graves, unas cifras que ponen los pelos de punta y que demuestran que en Aragón hay que tomar medidas urgentes en seguridad vial. Los ciudadanos están cada vez más concienciados con los riesgos que entraña la carretera, pero sin embargo el mantenimiento de las mismas todavía dista mucho de ser el mejor. Y es que las condiciones de una vía son fundamentales a la hora de evitar accidentes de tráfico.

«La condena de Fomento»

La diferencia de casos entre Huesca y el resto de las provincias aragonesas ha hecho saltar las alarmas y las críticas a Fomento por el mal estado en el que se encuentran las carreteras de Huesca han arreciado la última semana. Desde el PP denuncian que la situación en vez de mejorar está empeorando, ya que en el último año los puntos negros en Huesca han pasado de ser ocho a once.

Es lo que califican como «la condena de Fomento» a la provincia oscense. El presidente provincial, Antonio Torres, asegura que la alta tasa de siniestralidad de las vías oscenses es «uno de los más graves problemas estructurales de la provincia, cuando no el mayor de todos».

Torres recuerda que todavía quedan una serie de promesas que cumplir en Huesca como el desdoblamiento de la N-II o la N-260, en la que no se ven avances a pesar de que eso sea «estrangular económicamente buena parte de la provincia». A estas obras pendientes se suma el retraso que acumulan las ya proyectadas. «La perspectiva es especialmente dolorosa si tenemos presente que el principal responsable, y en consecuencia el principal freno a nuestras comunicaciones, es un altoaragonés», en referencia al secretario de estado Víctor Morlán, concluye el presidente provincial que espera que después de este informe Fomento se decida a actuar.