
ARCHIVO Inmigrantes en la cola de una oficina del INEM
Jueves
, 19-11-09
La acometida de la recesión económica ha fulminado de un plumazo las esperanzas de miles de foráneos que llegan a la provincia a intentar ganarse el pan. Y la peor parte se la han llevado los llamados «sin papeles», que han tenido que marcharse con una mano delante y otra detrás. En el arranque de 2009, Córdoba albergaba a 2.172 extranjeros ilegales, frente a los 3.252 de 2008, lo que representa un 33 por ciento menos.
Igualmente, se ha reducido el número de extranjeros empadronados con tarjeta de residencia, según los datos del Padrón Municipal y del Ministerio de Trabajo. De este modo, si a comienzos del pasado ejercicio, un 14 por ciento de los inmigrantes que vivía en Córdoba tenía todo en regla, este año la cifra ha bajado hasta un 8,8 por ciento.
Más datos
Así, a 1 de enero de 2009 había empadronados 24.556 ciudadanos de otros países (un 12% más que un año antes). Todos ellos representaban un 3% de los 803.038 habitantes registrados en el padrón, y 22.384 tenían su tarjeta de residencia.
Junto a la crisis, hay otro elemento que también ha influido considerablemente en la reducción de extranjeros que residen en la provincia de forma ilícita y que debe tenerse en cuenta a la hora de analizar estos datos. Desde el 1 de enero de 2007, rumanos y búlgaros son ya ciudadanos comunitarios de pleno derecho, lo que les evita tener que seguir el tortuoso camino burocrático para reglar su situación.
Esta circunstancia resta considerablemente muchos inmigrantes en el global de empadronados que no tienen autorización.
Para comprobar esta realidad, sólo basta con analizar el descenso progresivo en el número de foráneos «sin papeles» contabilizados a partir de esa fecha.
A comienzos de 2007, la cifra era de 5.941. Un año después, bajó hasta los ya citados 3.252 y en este ejercicio, a 2.172.


