
Miércoles, 22-07-09
J. P. / L. Z.
CÓRDOBA. «Me parece absurdo hablar de triunfalismos, de euforia o de grandes operaciones de caja única. Teníamos un problema y se encauza la solución». Así se refería ayer el presidente del PP de Andalucía, Javier Arenas, al principio de acuerdo de fusión entre Unicaja y Cajasur, para el que se han deshecho en halagos desde el PSOE, cuya actitud ha distado siempre de la de los populares. Según Arenas, la suya se ha caracterizado por una «prudencia y responsabilidad» que prefieren conservar hasta que la operación se resuelva «con éxito», como desea el PP.
Para alcanzarlo, Arenas señaló que la fusión deberá organizarse «en torno a criterios económicos y financieros», dejando a un lado directrices políticas y aunando un «gran consenso social». Si todo lo anterior se consigue, indicó que «ahí estaremos nosotros apoyando esa fusión».
Y es que, pese a que reconoció que el comienzo ha sido «esperanzador», Arenas no pasó por alto que «las buenas intenciones» deben ratificarlas con acuerdos los consejos de administración y asambleas de las entidades, «que necesitarán de ayudas públicas» en un proceso en el que, advirtió, será bueno para Cajasur lo que sea bueno para Córdoba, y viceversa.
Con el mismo recelo se mostró ayer el presidente de la CECO, Luis Carreto, quien manifestó estar preocupado ante el hecho de que tras la fusión, Córdoba pierda «fondos y una gran empresa al trasladarse a Málaga la sede social de la nueva entidad». Pidió a Unicaja que «sea consciente de eso y que favorezca a Córdoba en los próximos años con sus inversiones al empresariado y a proyectos» de la provincia «para compensar un poco la pérdida de la sede social».
Desde el PSOE, el proceso se ve de una forma mucho más optimista, muestra de ello fueron las declaraciones del secretario general del PSOE-A de Córdoba, Juan Pablo Durán, quien aseguró que Córdoba formará parte de una «gran caja» con «suficiente músculo para satisfacer las demandas de los cordobeses en estos momentos de crisis».
Por su parte, el presidente de la Diputación, Francisco Pulido, avisó de que en la negociación abierta «deben tenerse en cuenta, no sólo los intereses del Cabildo catedralicio, sino también los de la Diputación». Además, señaló que «lo más importante es que se ha terminado la incertidumbre» para Cajasur.
Asimismo, el vicepresidente tercero del Gobierno, Manuel Chaves, vio en la unión a tres bandas el inicio del «buen camino» hacia un deseo que siempre tuvo siendo presidente de la Junta, y es que «Andalucía pudiera disponer de una gran caja» que sea «competitiva en la estructura financiera y el entramado económico y productivo de España». También desde el PSOE, el secretario de Comunicación, Miguel Ángel Vázquez celebró el acuerdo porque dará «musculatura al sistema financiero andaluz».
El coordinado provincial de IU, Francisco Martínez, destacó la necesidad de que se presione para que en la nueva caja haya más representación de las instituciones públicas y que el PSOE deje a un lado sus intereses. Además apuntó que su coalición estará pendiente para que se respeten los puestos de trabajo, ya que de otro modo «llamaríamos a la movilización».