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Alcoholismo en Sevilla: «El achaque del alma»

El 10 de junio Alcohólicos Anónimos celebra su 85 aniversario. Más de 1.000 personas participan al mes en esta comunidad en la provincia de Sevilla

En la provincia de Sevilla más de mil personas participan en las reuniones de Alcohólicos Anónimos ABC

Pedro Ybarra Bores

El próximo miércoles, día 10 de junio, la comunidad de Alcohólicos Anónimos celebra el 85º aniversario de su fundación con presencia en más de 180 países . En España, Esperanza es la portavoz del Área 9, que incluye las provincias de Sevilla, Córdoba y Huelva, en la que están activos 24 grupos. «Hay 23 grupos en Sevilla y provincia y un grupo en Córdoba y acude a la comunidad el que crea que pueda tener problemas, ya cada uno decide si es alcohólico o no», afirma. « El alcoholismo es una enfermedad del alma porque algo está como roto dentro de ti , te ha activado los miedos a enfrentarte a la vida real: el miedo a la soledad, a tu vida,...», añade. Alcohólicos Anónimos tuvo su comienzo en Akron, en Estados Unidos, en 1935, cuando un hombre de negocios de Nueva York, — Bill W .— que había conseguido permanecer sin beber tras haberlo intentado durante años, buscó a otro alcohólico para compartir con él sus experiencias. La primera noticia desde España fue la solicitud de información que realizó a la comunidad en 1955 un médico desde Madrid.

El alcoholismo «es una enfermedad que salpica a todo el mundo , hijos, padres,... ves como está destrozándote la vida y no pueden ayudarte. Hasta que no tocas fondo, sigues así. Nosotros nunca nos curamos. Es como una enfermedad crónica. Sabemos que está ahí y no podemos reactivarla. Salir del alcoholismo no es posible nunca, recuperarte sí», añade. «Cuando uno cruza la línea de ser bebedor social a alcohólico ya eres alcohólico para toda la vida, es una enfermedad, mental , crónica, progresiva y mortal. Si no lo paras te llevará al cementerio o a un psiquiátrico».

Esperanza afirma que durante el confinamiento «han aumentado las llamadas de auxilio a través del teléfono provincial más de un 40 por ciento, aparte desgraciadamente de la pérdidas compañeros, debido que al ser una enfermedad tan emocional, al encontrarse encerrados y no poder ir a los grupos, sin poder moverse o contactar con alguien, ha podido provocar la recaída de compañeros que al salir a adquirir alguna bebida para su consumo ha podido contagiarse», dice. También afirma que «muchos de los problemas que han venido por la violencia de género durante este periodo tienen su causa en la dependencia».

Más de mil personas

La mayoría de las llamadas que se reciben son siempre para pedir ayuda y la suelen realizar los familiares del enfermo . Nosotros intentamos animarlos para que los traigan a una primera reunión para que comprendan qué es lo que están pasando en su vida. El grupo más numeroso de la ciudad se reúne en la Gran Plaza y convoca encuentros los 365 días al año. «Por sus reuniones pasaban más de 500 personas al mes antes del coronavirus. En total en la provincia de Sevilla participan más de 1.000 personas en nuestras reuniones. Ahora no, porque con las restricciones de Sanidad se ha limitado mucho la participación presencial en los grupos, aunque algunos se han conectado a través de videoconferencia. «En el momento en el que un alcohólico toma el primer trago, no tiene posibilidad de parar. En las comunidades encuentran apoyo porque están hablando entre iguales, porque somos los que conocemos nuestra propia debilidad», añade.

A dichas reuniones asisten un 70 un por ciento de hombres , «aunque gracias a Dios cada vez acuden más mujeres. Al ser siempre bebedoras en casa no han sido conscientes del problema casi nunca. No hacen daño a nadie pero dejan de ejercer su responsabilidad como madre y persona.

El que decide recuperarse lo hace por sí mismo, pero hay muchos factores. No tenemos horarios, no tenemos entrada, el quiera puede frenarlo». «La primera vez que fui a una reunión y escuché los testimonios parecía que conocían mi vida, porque tenemos tantos puntos en común. No somos nadie para decirle a nadie lo que debe hacer. Con nuestro testimonio sabemos que hay una forma de recuperarse de esta enfermedad. Mi primer año y medio fui todos los días a una reunión de dos horas», dice.

«El alcohol no distingue de edades, sexo o situación económica , tenemos una compañera que se incorporó con 16 años y hay muchos compañeros de 21 a 30 años. La media de edad en la provincia de Sevilla estará en torno a los 40 años, aunque se está incorporando muchísima gente joven. «Alcohólicos anónimos no están reñidos con la medicina», recuerda Esperanza, que lleva ya 6 de sus 50 años sin beber. «Los alcohólicos somos personas muy emocionales y de un gran corazón, y eso lo recuperamos cuando empezamos a salir. Es un programa de vida para autoconocerte, ser mejor persona y conocer tus fallos».

María es la alcohólica más veterana de la comunidad de Sevilla y lleva más de treinta años asistiendo a las reuniones. «Aquí hablamos de 24 horas. Lo que estoy viviendo es el día de hoy. Desde entonces vivo las 24 horas en el día de hoy. Es aprender a vivir el presente. Cuando llegas a Alcohólicos Anómimos te preguntan ¿tú no puedes dejar de beber 24 horas y decir no a esa primera copa? porque la mala es la primera, porque se te enciende un piloto y ya no puedes parar de beber. Lo importante es saber vivir las 24 horas. Alcohólicos anónimos te ofrece la posibilidad de vivir las 24 horas, salir de la botella y ser una ciudadana del mundo. Para un alcohólico lo principal es dejar de beber», reconoce.

«El alcohol te domina»

«Hay también reuniones de familiares, porque mientras el alcohólico se está matando sin darse cuenta, el familiar enferma más que el propio alcohólico». «Con el alcohol tienes que beber para vivir ¿por qué tengo que seguir bebiendo si no quiero beber? y el cuerpo me pedía alcohol. Tienes que tocar fondo para darte cuenta de que el alcohol te ha dominado. Tuve la suerte de que mis hijas eran muy pequeñas cuando dejé de beber y pude criarlas. Cuando se está en activo se vive un auténtico infierno», añade. Para salir son fundamentales las reuniones, el único lugar en el que puedo decir cual es mi nombre y decir que soy alcohólica. Me lo digo yo a mí. He tenido una forma de pensar alcohólica y tengo que aprender a pensar en sobriedad. Y eso me lo da el programa de Alcohólicos Anónimos», dice María, quien lleva «treinta y tantos años» sin beber.

Gabriel hace casi cuatro años que acude a las reuniones. Toqué fondo y me di cuenta de lo que me estaba perdiendo. Podía haber hecho algo más bonito con todo el tiempo que he perdido. Al verme tan mal toqué fondo. Conocí a la delegada y me habló de lo que hacían y me presentó el programa. Desde aquel día para mí fue como un milagro. No he vuelto a beber, no me ha hecho falta. Desde entonces ha sido todo muy bonito y se te quitan las ganas de hacer tonterías. Yo no tenía vida, no era nadie», recuerda. «Es un buen apoyo para las personas a las que hace falta. Alcohólicos Anónimos es un programa de vida que a mí me ha ayudado mucho y animaría a mucha gente a conocerlo para que no vivan en un engaño como me pasó a mí», concluye.

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