Para 4
0.8€/pers.
190kcal/100g
Ingredientes
- 800 g de tomates Cherry (bien lavados)
- 1 cebolla mediana
- 1 diente de ajo
- 3 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
- 1 cucharadita de azúcar (opcional)
- Sal al gusto
- Hierbas aromáticas (albahaca, orégano o tomillo, al gusto)
Hay sabores que nunca fallan, y uno de ellos es el del tomate frito hecho en casa. No importa si lo usamos para acompañar una pasta rápida, una pizza improvisada o para dar vidilla a unas albóndigas, siempre consigue levantar el plato. Y lo mejor es que con un puñado de tomates Cherry que tenía en la nevera y que ya estaban demasiado maduros hemos conseguido una salsa concentrada con un toque dulce y fresco que no tiene nada que ver con las versiones comerciales que se pueden comprar en los supermercados.
El tomate ha estado presente en nuestra cocina desde que llegó de América, y aunque al principio se miraba con recelo, hoy no se entiende una despensa sin él. Con los tomate Cherry, la cosa cambia un poco: pequeños, vistosos y cargados de sabor, permiten preparar una salsa distinta, perfecta para quienes buscan algo distinto al tomate tradicional. Además, su piel fina y su jugo concentrado hacen que el resultado sea especialmente sabroso.
Si hablamos de salsas básicas, esta es una de esas que conviene tener dominada. Funciona como comodín para casi todo, aguanta bien en la nevera y se puede congelar sin problema. Así que manos a la obra, porque con unos pocos pasos y un ratito en la cocina tendremos lista una salsa casera que mejora cualquier plato en cuestión de minutos.
Receta casera de salsa de tomate Cherry

Preparación de la salsa de tomate Cherry
- Lavamos bien los tomates Cherry y los secamos con un paño limpio. No hace falta pelarlos, ya que su piel es fina y desaparecerá con la cocción. Si no queréis aplastarlos en la sartén podéis cortarlos por la mitad para que se cocinen más rápido, es opcional.
- Pelamos y picamos la cebolla en trozos pequeños, hacemos lo mismo con el diente de ajo. Reservamos.
- En una sartén amplia añadimos un buen chorro de aceite de oliva virgen extra y salteamos los tomates para que pillen un toque dorado y suelten parte de su jugo a la sartén. Sacamos de la sartén y luego sofreímos la cebolla y un diente de ajo a fuego medio, hasta que quede transparente y ligeramente dorada.
- Incorporamos los tomates Cherry salteados y removemos bien para que se mezclen con la cebolla. Cocinamos a fuego medio durante unos 15 minutos, removiendo de vez en cuando para evitar que se peguen. Verás cómo van soltando todo su jugo.
- Añadimos la sal, una pizca de azúcar (si lo consideramos necesario) y las hierbas aromáticas que más nos gusten (en nuestro caso hemos optado por orégano, pero la albahaca fresca le va genial, un toque italiano para tu salsa). Tapamos la sartén y dejamos cocinar otros 10 minutos a fuego suave.
- Cuando los tomates estén bien blandos y la salsa haya reducido suele quedar bastante blandita, podemos triturar con una batidora o dejarla así, a mi me gusta más la última opción, una salsa más rústica, podemos simplemente aplastar los tomates con una cuchara de madera. Pero si tienes niños en casa y están acostumbrados a la textura fina, batidora.
- Probamos y rectificamos de sal o azúcar si hace falta. Si la salsa nos queda muy líquida, podemos dejarla unos minutos más al fuego para que espese. Si, por el contrario, está demasiado densa, añadimos un chorrito de agua o caldo.
- Guardamos la salsa en un tarro de cristal esterilizado si queremos conservarla unos días, o la usamos directamente como base para pasta, pizzas, carnes o lo que se nos ocurra.
Y con esto ya tenemos lista una salsa casera de las que apetece repetir. Sencilla, sabrosa y con ese punto dulce que le dan los tomates Cherry. Ahora solo queda pensar en qué plato la vas a estrenar, aunque aviso: la primera cucharada directamente del tarro suele ser inevitable.
Si te apetece seguir sacándole partido al tomate, una buena idea es probar la receta de pasta con salsa boloñesa casera, con carne picada y un sofrito lento que hace que quede de rechupete, o unas albóndigas con esta salsa de tomate. También puedes animarte con una pizza casera, donde la base de tomate frito marca toda la diferencia en el resultado final. Con estas ideas tendrás excusa para preparar un buen cargamento de salsa casera y aprovecharla en más de un plato.






Consejos para una salsa de tomate de rechupete
- Una buena salsa depende de los detalles. Si usas tomates cherry muy maduros, apenas necesitarás azúcar para equilibrar la acidez. Si no tienes cherry a mano, puedes hacerla con tomates pera o rama, aunque quizá necesiten más tiempo de cocción para concentrar el sabor.
- Otra idea es añadir un diente de ajo al sofrito para darle un extra de aroma, o incluso un toque de guindilla si te gusta el punto picante. Si quieres una versión más ligera, puedes reducir la cantidad de aceite y optar por cocer primero los tomates al vapor antes de triturarlos. Y recuerda que esta salsa aguanta bien congelada, así que merece la pena preparar un buen lote.
- En algunas casas se añade zanahoria rallada al sofrito para suavizar la acidez en lugar de poner azúcar. También hay quien sustituye parte de los Cherry por pimientos rojos asados, logrando un sabor más intenso y con un color espectacular. Si la usas como base para una pizza, prueba a añadir unas anchoas o alcaparras en la cocción: el contraste es una maravilla.
Curiosidades de rechupete
- Una curiosidad sobre los tomates Cherry es que durante mucho tiempo se consideraron casi decorativos en Europa, ideales para adornar ensaladas o guarniciones, pero poco utilizados en salsas. Hoy, sin embargo, se han ganado un hueco como protagonistas de platos rápidos y sabrosos, y no hay más que ver la cantidad de recetas italianas que los tienen como base.
- El tomate frito es uno de esos básicos que se ha adaptado a cada cocina de manera distinta. En Italia, la salsa de tomate se hace más ligera y con menos condimentos, mientras que en España solemos darle más cuerpo, un buen sofrito de cebolla y un punto de azúcar para equilibrar la acidez. Con los cherry, el resultado cambia porque aportan un dulzor natural que evita tener que corregir tanto la receta.
- Lo curioso es que el tomate Cherry no es tan “nuevo” como creemos. Su cultivo se remonta a hace siglos en Perú y Chile, y aunque en Europa no se popularizó hasta finales del siglo XX, hoy en día está en casi todas las cocinas. Lo mejor es que, por su tamaño y sabor concentrado, resulta ideal para elaborar salsas rápidas y llenas de aroma.
Última revisión: 4 septiembre 2025
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