Salsa boscaiola. Receta italiana para mezclar con pasta o carne

Para 4 1.1€/pers. 230kcal/100g

La salsa boscaiola es una de esas joyas de la cocina italiana que demuestra que, con pocos ingredientes, se puede conseguir un plato de lujo. Es cremosa, intensa y llena de sabor, gracias a la mezcla de setas, panceta, vino blanco y nata.

Su nombre significa literalmente “a la manera del bosque”, y ya te puedes imaginar por qué: su aroma recuerda a tierra, leña y otoño. Es la salsa perfecta para acompañar pasta fresca, carnes blancas o incluso un buen risotto. Si te gusta la cocina italiana de verdad, esta receta te va a enamorar.

La salsa boscaiola proviene del centro y norte de Italia, especialmente de la región de la Toscana, donde las setas son protagonistas en muchas recetas. “Boscaiolo” significa leñador o guardabosques, y la salsa toma su nombre porque sus ingredientes principales —setas, hierbas y panceta— eran los que se encontraban fácilmente en el bosque. Lo importante es que siempre haya setas, que son el corazón de la receta. Es una salsa casera, rústica y contundente, perfecta para los días en los que apetece comer bien y sin prisas.

Entre las salsas que comparten ese espíritu casero y reconfortante, destaca la salsa carbonara tradicional, elaborada con huevo, queso y panceta sin nata, perfecta para los amantes de los sabores intensos. También la salsa de setas y nata, muy parecida en textura y aroma, ideal para carnes o pastas. Y si prefieres algo más ligero pero igualmente sabroso, la salsa al pesto genovés ofrece un contraste fresco gracias a la albahaca, el ajo y los frutos secos.

Receta casera de salsa italiana boscaiola

Elaboración paso a paso

1. Limpiamos bien los champiñones o setas, retirando la parte terrosa del tallo. Los cortamos en láminas finas. Pelamos y picamos la cebolla y el ajo. Cortamos la panceta en tiras o dados pequeños.
2. En una sartén grande, añadimos las tres cucharadas de aceite de oliva virgen extra y calentamos a fuego medio. Incorporamos la panceta y la doramos durante unos minutos, hasta que esté crujiente y haya soltado parte de su grasa.
3. Añadimos la cebolla picada y el ajo a la sartén. Sofreímos durante unos 5 minutos, removiendo de vez en cuando, hasta que la cebolla esté transparente y el ajo empiece a dorarse.
4. Incorporamos las setas laminadas y subimos un poco el fuego para que se salteen bien. Cocinamos durante unos 8-10 minutos, removiendo de vez en cuando, hasta que suelten el agua y queden doradas.
5. Añadimos el vino blanco seco y dejamos que hierva unos minutos, para que se evapore el alcohol y quede solo su aroma.
6. Bajamos el fuego y vertemos la nata líquida. Mezclamos bien y dejamos cocinar a fuego suave durante 5 minutos, hasta que espese ligeramente y se integren todos los sabores.
7. Agregamos el queso parmesano rallado y removemos hasta que se funda por completo. Probamos y rectificamos de sal y pimienta al gusto.
8. Espolvoreamos con perejil fresco picado justo antes de servir para darle un toque de color y frescura. Esta salsa está lista para mezclar con pasta, acompañar carnes blancas o servir sobre unas patatas asadas.

Hay tantas versiones de la boscaiola como pueblos italianos: algunas llevan nata, otras tomate, y otras incluso trufa o guisantes. En el norte se tiende a usar nata para darle una textura más cremosa, mientras que en el sur se opta por una base de tomate. Perfecta para acompañar pasta, carne o incluso arroz, demuestra que la cocina italiana no necesita complicarse para ser deliciosa. Si te animas a prepararla, verás que se convierte en una de esas salsas que repites una y otra vez, sobre todo cuando llega el frío.

Consejos para una salsa boscaiola perfecta

• Usa setas frescas si puedes; las de temporada dan mucho más sabor. Si usas setas deshidratadas, hidrátalas previamente en agua caliente durante 15 minutos.
• La panceta o bacon ahumado es lo que aporta ese sabor profundo y ligeramente salado; si prefieres una versión vegetariana, omítelo y añade un poco más de queso parmesano.
• No te pases con el vino: con un chorrito basta. El exceso puede tapar el sabor de las setas.
• La nata entera es clave para la textura cremosa; las versiones bajas en grasa tienden a cortarse.
• Puedes añadir un poco de trufa rallada o aceite de trufa para darle un toque más gourmet.
• Esta salsa combina especialmente bien con pasta corta (penne, rigatoni) o pasta fresca al huevo.
• Si te sobra, guárdala en la nevera hasta tres días y caliéntala a fuego suave con un poco de leche o nata para que recupere su textura.

Curiosidades de rechupete

Aunque es muy popular en toda Italia, la salsa boscaiola es poco conocida fuera del país, y muchos la descubren por primera vez en pequeños restaurantes familiares.

En algunos lugares se prepara sin nata, usando solo vino, caldo y setas, lo que da como resultado una salsa más ligera pero igual de sabrosa. En otros, se enriquece con guisantes, jamón o incluso salchicha desmenuzada. Cada familia tiene su toque, pero todas comparten ese sabor profundo que recuerda al bosque después de la lluvia.

Última revisión: 28 octubre 2025

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Categorías: Recetario de cocina Recetas de salsas y guarniciones

Etiquetas: aceite de oliva virgen ajo bacon cebolla champiñones cocina italiana nata líquida panceta perejil pimienta negra queso parmesano sal setas vino blanco

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