Name: Mousse de arándanos
Total time: 25 min
Yield: 8
Cuisine: española
Ingredients: 200 g de arándanos congelados (o frescos); 100 g de azúcar; 1 cucharadita de zumo de limón; 2 hojas de gelatina neutra (o 3 g de gelatina en polvo); 200 ml de nata para montar (mínimo 35% de materia grasa); 3 huevos (solo las claras); 1 cucharadita de extracto de vainilla (opcional)

Para 8 1.35€/pers. 355kcal/100g

Ingredientes

200 g de arándanos congelados (o frescos)
100 g de azúcar
1 cucharadita de zumo de limón
2 hojas de gelatina neutra (o 3 g de gelatina en polvo)
200 ml de nata para montar (mínimo 35% de materia grasa)
3 huevos (solo las claras)
1 cucharadita de extracto de vainilla (opcional)

Hay postres que sorprenden por su textura ligera y su sabor fresco, y la mousse de arándanos es uno de ellos. Suave, aireada y con un toque frutal que la hace irresistible. Es el broche de oro perfecto para cualquier comida o cena especial, aunque nada te impide servirla como postre de una comida de diario.

Es una delicia, pero lo mejor de todo es que se prepara con ingredientes básicos, fáciles de encontrar y que el proceso es bastante sencillo. Sin embargo el resultado es espectacular, como sacado de una pastelería de lujo.

El término «mousse» viene del francés y significa «espuma«, lo que define perfectamente la textura de este postre. Aunque las mousses más tradicionales suelen ser de chocolate, con el tiempo han aparecido versiones frutales igual de deliciosas. Los arándanos, además de aportar un sabor único, son ricos en antioxidantes, por lo que esta receta no solo es deliciosa, sino que también tiene beneficios para la salud.

La mousse de arándanos es la opción perfecta para quienes buscan un postre fresco, ligero, elegante y fácil de hacer. Su textura esponjosa y su sabor equilibrado hacen que cada cucharada sea una auténtica delicia. Si te apetece sorprender con algo diferente, no dudes en prepararla. ¡Seguro que se convierte en un éxito en cualquier ocasión!

Y como para postres hay un segundo estómago, te dejo algunas recetas más, por si te animas a prepararlas. Los buñuelos dulces de naranja son una versión modificada de los típicos buñuelos de viento, con un toque cítrico. No pueden faltar las míticas tortitas caseras, en esta receta super fácil y deliciosa. Y para salir un poco de la zona de confort, estas gachas dulces con canela son un postre típico andaluz.

Receta casera de mousse de arándanos

Preparación inicial

Comenzamos con los arándanos, que metemos en un cacito junto con el azúcar y un chorrito de zumo de limón (una cucharada). Esto último es opcional, pero le aporta un toque cítrico muy rico.
Llevamos el cacito al fuego y cocemos el conjunto durante cinco minutos a temperatura media.

Mientras tanto llenamos un plato hondo con agua fría y sumergimos en ella las hojas de gelatina. Dejamos que se hidraten durante cinco minutos.
Volvemos a los arándanos. Una vez listos apagamos el fuego y los trituramos bien, con mucho cuidado de no salpicarnos porque están muy calientes y queman.
Escurrimos bien la gelatina para retirar el exceso de agua y la introducimos en el cacito con el puré de arándanos. Al estar caliente se fundirá y se integrará con facilidad, pero es importante que removamos bien.
Después dejamos que esta mezcla se atempere antes de continuar con la receta. Podemos acelerar el proceso pasando el puré de arándanos a un plato hondo. En 15 minutos se habrá atemperado y podremos terminar la receta.

Más preparación de la mousse

Introducimos la nata, que tiene que estar bien fría, en un recipiente amplio y hondo y la batimos con unas varillas. Pueden ser manuales o eléctricas, que facilitan mucho la tarea.
Hay que tener cuidado al montar la nata porque sí nos pasamos se corta, así que cuando se vea firme y espesa paramos de batir.
Agregamos la esencia de vainilla y el puré de arándanos atemperado al recipiente con la nata montada. Lo hacemos de poco en poco. Removemos bien para integrar, usando movimientos envolventes de abajo hacia arriba, antes de incorporar más puré.
Cuando tengamos una crema homogénea la reservamos y vamos con los huevos.
Separamos las yemas de las claras. Guardamos las yemas para otra receta y batimos las claras a punto de nieve. Lo mejor es usar unas varillas eléctricas que facilitan mucho el trabajo.
Tomamos una pequeña cantidad de clara montada y la agregamos al recipiente con la mezcla de nata y arándanos. Removemos con suavidad hasta integrar bien, usando nuevamente movimientos envolventes de abajo a arriba para no perder el aire incorporado con el batido.
Repetimos la operación tantas veces como sea necesario hasta terminar con toda la clara montada y obtener una mousse homogénea.
Repartimos la mousse en ocho cuencos y la guardamos en la nevera durante, al menos, un par de horas. Mejor sí los dejamos reposar toda la noche.
Cuando llegue el momento retiramos los cuencos de la nevera y los dejamos atemperar unos 15-20 minutos antes de servir. Podemos decorar con unos pocos arándanos y unas hojas de menta o servir tal cual. De cualquier manera está de rechupete.

Consejos para una mousse de arándanos perfecta

Para conseguir una mousse bien aireada es importante incorporar las claras montadas a punto de nieve y usar movimientos suaves y envolventes. Hay que tener un poco de paciencia.
Puedes preparar una versión sin gelatina, aunque la textura será menos firme. En este caso, recomiendo guardar la mousse en la nevera toda la noche para ayudar a que coja cuerpo.
Puedes usar arándanos congelados, como he hecho yo, o arándanos frescos. El proceso es el mismo en cuanto a cantidad, tiempo de cocción, etc. Solo necesitas lavarlos y secarlos bien antes de arrancar con la receta.
Es muy sencillo enriquecer esta mousse con otros frutos del bosque, como fresas, frambuesas, moras o grosellas, aunque solo con arándanos queda fabulosa.

Última revisión: 7 noviembre 2025

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25 min. cocinando, 30 min. para hacer y editar las fotos, 45 min. para redactar y 35 min. para organizar y publicar todo en la web y en redes sociales.
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