0.3€/pers.
235kcal/100g
Ingredientes
- 1 kg de mandarinas (aproximadamente 10-12 piezas)
- 500 g de azúcar
- 1 limón (el jugo)
- 1 rama de canela (opcional)
- 1 vaina de vainilla (opcional)
Hoy os traigo una receta que es un verdadero chute de energía y sabor para esos desayunos mañaneros: ¡mermelada de mandarina! Sí, esa fruta tan simpática y jugosa que todos hemos llevado alguna vez en la mochila. Vamos a transformarla en una delicia que hará que quieras saltar de la cama solo para untarla en una tostada calentita. Vamos al lío, que esto está chupado.
La mandarina es originaria del sudeste asiático, y su nombre proviene de los «mandarines» chinos, aquellos antiguos funcionarios que llevaban túnicas de color anaranjado. Esta fruta ha conquistado paladares en todo el mundo gracias a su dulzor y facilidad para pelarse.
Además, la mermelada tiene una historia milenaria; se cree que los primeros en elaborarla fueron los griegos y los romanos, quienes cocían frutas con miel para conservarlas. ¡Imaginaos las primeras mermeladas en la antigua Roma! Seguro que eran una pasada.
Las mandarinas son una fuente increíble de vitamina C y antioxidantes, lo que las convierte en un aliado perfecto para nuestra salud. Así que, además de estar riquísima, esta mermelada nos va a cuidar el cuerpo. ¡Qué más se puede pedir!
Pero como no todo son mandarinas, vamos con su hermana mayor, la mermelada de naranja, similar en su base cítrica, pero con el toque característico de la naranja. Perfecta para los amantes de los sabores un poquito más intensos. Y si eres más atrevido, la mermelada de moras es tu elección. En esta receta te enseñamos a elaborarla con y sin pepitas.
Receta de mermelada de mandarinas

Elaboración paso a paso
- Vamos a empezar por lo básico: pelar las mandarinas. Es importante que eliminemos toda la piel y la mayor cantidad posible de las membranas blancas que envuelven los gajos. Esto evitará que la mermelada quede amarga. Troceamos los gajos en pedacitos pequeños y reservamos.
- Exprimimos el limón y reservamos su jugo. El limón ayudará a que la mermelada adquiera la textura adecuada y, además, potenciará el sabor cítrico de la mandarina. ¡Vamos, que es un ingrediente estrella!
- En una olla grande, mezclamos los trocitos de mandarina con el azúcar y el jugo de limón. Si queremos darle un toque especial, añadimos también la rama de canela y la vaina de vainilla. Llevamos a fuego medio y removemos constantemente para que el azúcar se disuelva completamente.
- Una vez que el azúcar se haya disuelto, bajamos el fuego y dejamos cocinar a fuego lento. Este proceso puede durar entre 30 y 45 minutos. Es importante remover de vez en cuando para evitar que se pegue al fondo de la olla. Veremos cómo la mezcla va espesando y adquiriendo una textura más densa. ¡Paciencia, que el resultado merece la pena!
- Para saber si la mermelada está en su punto, hacemos la prueba del plato frío. Colocamos una cucharadita de mermelada en un plato y lo dejamos enfriar. Si al inclinar el plato la mermelada no se desliza con facilidad, ¡es que ya está lista!
- Si hemos añadido la rama de canela y la vaina de vainilla, es momento de retirarlas. Ya han cumplido su función de aromatizar la mermelada.
- Vertemos la mermelada aún caliente en tarros de cristal previamente esterilizados. Llenamos los tarros hasta el borde, los cerramos bien y los colocamos boca abajo durante unos minutos. Esto ayudará a crear un vacío que conservará nuestra mermelada en perfecto estado.
- Dejamos enfriar los tarros a temperatura ambiente. Una vez fríos, los almacenamos en un lugar fresco y oscuro. La mermelada casera puede durar hasta un año si se conserva correctamente, aunque estoy seguro de que no durará tanto tiempo porque está riquísima.
Pruébala con una tostada, unas galletas o incluso como acompañamiento de un buen queso. ¡Está de vicio! Ahora solo queda disfrutar y presumir de tu obra maestra.

Consejos para una mermelada de mandarinas perfecta
- El punto justo de azúcar: Si eres de los que prefiere las cosas menos dulces, puedes reducir la cantidad de azúcar. Sin embargo, recuerda que el azúcar no solo endulza, sino que también actúa como conservante.
- Aromas extra: Si te gusta experimentar, prueba añadir otros aromas como un toque de jengibre o incluso un chorrito de licor de naranja.
- Textura perfecta: Si prefieres una mermelada más suave, puedes pasarla por una batidora de mano antes de envasarla. Eso sí, hazlo con cuidado para no quemarte.

Variaciones de la mermelada de mandarinas
- Para dietas específicas: Si quieres hacer una versión más saludable, puedes utilizar azúcar de coco o edulcorantes naturales como la stevia. También puedes añadir chía para darle una textura interesante y un extra de fibra.
- Variaciones de sabor: Mezcla mandarinas con otras frutas cítricas como naranjas o limones. ¡La combinación de sabores es espectacular!
- Un toque navideño: Añade una pizca de clavo y nuez moscada para darle un toque navideño. Esta versión es perfecta para acompañar tus comidas durante las fiestas.
Ya tienes tu mermelada de mandarina casera, lista para alegrar tus desayunos, meriendas y cualquier momento del día.
Última revisión: 28 agosto 2025
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