Jengibre. ¿Qué es y para qué sirve? Propiedades y usos en la cocina

Jengibre. ¿Qué es y para qué sirve? Propiedades y usos en la cocina

Si el jengibre pudiera hablar, probablemente diría: “¡Por fin me hacéis caso!”. Y es que esta raíz, que lleva usándose siglos en Asia y otras culturas, ha pasado de ser la gran olvidada del supermercado a estar en todas partes: en batidos, en infusiones, en platos de cocina moderna, en pastillas del herbolario… Vamos, que ahora el jengibre es tendencia. Pero, como suele pasar, a veces lo usamos sin saber muy bien qué estamos haciendo.

¿Para qué sirve realmente el jengibre? ¿Por qué todo el mundo dice que es tan bueno? ¿Y cómo lo podemos usar en la cocina sin que parezca que nos estamos comiendo un mueble de pino?

Hoy te lo explico todo de manera fácil, directa y sin rodeos. Porque el jengibre no es solo esa cosa rara con forma de raíz retorcida que ves en la frutería. Es mucho más que eso.

Qué es el jengibre

El jengibre es un rizoma, es decir, un tallo subterráneo de la planta Zingiber officinale. Vamos, que no es una raíz cualquiera, sino el tallo gordote que crece bajo tierra y que se utiliza desde hace siglos tanto en la cocina como en la medicina tradicional.

Por fuera tiene un aspecto un poco feo, no nos vamos a engañar. Marrón, retorcido, con forma de nudillos arrugados. Pero por dentro es dorado, jugoso y con un aroma que se reconoce a kilómetros: fresco, picante, con un toque cítrico y un puntito exótico.

Se cultiva sobre todo en Asia: India, China, Tailandia… aunque hoy en día puedes encontrar jengibre fresco en cualquier mercado, frutería o supermercado de barrio.

Propiedades del jengibre

El jengibre no solo se usa para dar sabor a los platos. Desde la antigüedad, se le atribuyen un montón de propiedades beneficiosas para la salud. Eso sí, sin caer en la idea de que cura todo, porque milagros no hace, pero ayuda en muchas cosas.

Te resumo las principales propiedades:

  • Digestivo natural: el jengibre es famoso por ayudar a la digestión. Alivia las náuseas, los mareos y los gases. Es el truco de toda la vida para el malestar de estómago.
  • Antiinflamatorio: contiene gingerol, un compuesto con efecto antiinflamatorio. Por eso hay quien lo usa cuando tiene dolores articulares o musculares.
  • Antioxidante: combate los radicales libres, es decir, protege las células del desgaste diario.
  • Estimula la circulación: ayuda a que la sangre fluya mejor, por eso en invierno hay quien dice que “calienta el cuerpo”.
  • Bueno para la garganta: si tienes la voz tomada o un catarro incipiente, una infusión de jengibre con miel te deja como nuevo.
  • Puede ayudar a controlar el azúcar y el colesterol, aunque aquí todavía se están haciendo estudios.

En resumen: el jengibre es de esas cosas que no hacen milagros, pero te dan un empujón para estar un poquito mejor.

Usos en la cocina

En la cocina, el jengibre es uno de esos ingredientes comodín que sirven para casi todo si sabes cómo usarlo. Lo puedes encontrar:

  • Fresco: es el formato ideal para cocinar. Solo tienes que pelarlo (con cuchillo o con una cuchara, que va mejor) y rallarlo, picarlo o cortarlo en rodajas.
  • En polvo: el jengibre seco molido es más cómodo para ciertas recetas, sobre todo en repostería.
  • En conserva: en la cocina japonesa es habitual el jengibre encurtido, ese que te ponen con el sushi.
  • Confitado: jengibre cortado en trozos y cocido en azúcar. Es dulce, picante y muy adictivo.
  • En infusión o té: ideal para cuando te duele la garganta o tienes frío en el cuerpo.

Vale, pero… ¿cómo lo usamos en el día a día? Aquí van unas cuantas ideas prácticas:

  • En guisos y salteados: rallamos un poco de jengibre fresco y lo añadimos al sofrito, junto al ajo y la cebolla. Da un aroma espectacular, sobre todo en platos asiáticos o currys.
  • En caldos y sopas: pon un trocito de jengibre en el caldo de pollo o de verduras. Da un punto picante muy suave, pero reconfortante.
  • En batidos y zumos: añade un trocito de jengibre al batido verde o al zumo de naranja con zanahoria. Eso sí, cuidado con pasarte: es potente.
  • En infusiones: corta unas rodajas finas y échalas en agua caliente con un poco de limón y miel. Mano de santo para los resfriados.
  • En repostería: el jengibre en polvo se usa en bizcochos, galletas de jengibre (las típicas de Navidad), tartas o incluso en helados.
  • En marinados: mezclado con salsa de soja, ajo y miel, sirve para marinar carne, pescado o tofu.
  • Con arroz o fideos: un toque de jengibre rallado al final del salteado realza el sabor sin taparlo.

Consejos y trucos

Y ahora, vamos con algunas cosillas a tener en cuenta. El jengibre tiene un sabor “poderoso”, y si no sabemos cómo usarlo, podemos arruinar nuestra elaboración:

  • Si es fresco, mejor: el jengibre fresco tiene más aroma y sabor que el seco. Pero el molido es perfecto para bizcochos o postres.
  • No te pases con la cantidad: un trozo del tamaño de un pulgar suele ser suficiente para un plato para 3-4 personas.
  • Se puede congelar: si compras jengibre fresco y no lo usas todo, mételo en el congelador. Luego lo sacas y lo rallas directamente sin descongelar. Fácil y práctico.
  • Cuidado con el picante: el jengibre pica, pero no como el chile. Es un picante cálido, que calienta el cuerpo pero no arde.
  • En infusión es digestivo, pero no milagroso: si te has zampado un cocido entero, no esperes que el jengibre lo arregle todo. Pero ayuda a aligerar la digestión.

El jengibre lleva en las cocinas del mundo miles de años, y no es por casualidad. Es versátil, sano y fácil de usar. Aporta un sabor único: entre cítrico, picante y fresco, que no se parece a nada más. Además, sirve tanto para platos salados como para dulces, para bebidas, postres o platos principales.

En un mundo donde todo parece complicarse, el jengibre es de esas cosas sencillas que funcionan. No hace falta ser chef para usarlo. Basta con tener un rallador, un cuchillo y un poco de curiosidad.

Así que ya sabes: la próxima vez que lo veas en la frutería, no lo mires raro. Llévatelo a casa, úsalo con cabeza y verás cómo tu cocina se llena de sabor, tu digestión te lo agradece y tu paladar se alegra. Porque el jengibre, aunque esté de moda, no es postureo: es un básico de los buenos.

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Categorías: Actualidad gastronómica Aprende a cocinar: técnicas, trucos y consejos Ingredientes y alimentos

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5 comentarios en “Jengibre. ¿Qué es y para qué sirve? Propiedades y usos en la cocina”

  1. Ramón cuicas

    a mí me gusta, es más lo agarro y me lo mastico le chupo el juguito y finalmente me trago hasta el bagazo

  2. Giovanny Quiros

    Yo me cure de una gastritis hasta con episodios de sangrados de más de 20 años que todo lo que comían me provocaba acides ardor y reflujos LO CONSUMO RAYADO HERVIDO COLODO Y PONERLE A UNA TAZA LIMÓN Y MIEL TOMÁR CUCHARADAS TRES VECES AL DÍA GUARDAR EN LA REFRI

  3. Rafael Ramirez

    Muchas gracias por hacerme saber las prioridades y beneficios del Jengibre en realidad no lo sabía excelente semana bendiciones

  4. aminta isabel Muñoz Diaz

    Gracias por compartir, en verdad que el gengibre es muy bueno, ahora que tengo más información me siento más segura de utilizarlo. Reciba de mi parte un cordial saludo..

  5. Zulema Machado Alcaraz

    Es interesante saber que tiene tantas propiedades una raíz tan rara, porque como dicen la ve uno en el supermercado y le saca la vuelta por desconocer para que sirve, así que mi próxima visita al supermercado comprare y tomaré infusión de gengibre para mis malestares estomacales, muchas gracias y bendiciones desde sonora

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