Si alguna vez te has quedado sin levadura o te ha sobrado masa madre y no sabes qué hacer con ella, no te preocupes, porque hoy vamos a resolver el misterio de cómo sustituir la levadura por masa madre y viceversa. Aunque parezcan primas lejanas, ambas cumplen la misma función: hacer que tu pan crezca, sea esponjoso y tenga ese olor celestial que convierte cualquier casa en una panadería.
Eso sí, cada una tiene sus particularidades, y entenderlas es clave para no acabar con un ladrillo en lugar de un pan. Así que ponte cómodo, porque aquí viene la guía definitiva para que seas un maestro panadero, incluso cuando el armario de los ingredientes parece haber sido amotinado.

¿Qué es la levadura y qué es la masa madre?
Antes de entrar en harina (nunca mejor dicho), aclaramos qué hace cada una de estas magias fermentadoras.
- Levadura: Es un hongo microscópico que, cuando entra en contacto con el azúcar de la masa, produce dióxido de carbono, haciendo que el pan suba. Se puede encontrar en formato fresco o seco, y es ideal para recetas rápidas.
- Masa madre: Es un fermento natural hecho de harina y agua que se deja fermentar durante días. Está lleno de bacterias y levaduras salvajes, lo que le da al pan un sabor más profundo, un aroma increíble y una textura única. Eso sí, requiere tiempo y mimo.
Ambas son geniales, pero tienen un ritmo y carácter diferente, como comparar a alguien que siempre llega puntual con otro que necesita 10 alarmas para despertarse.
Cómo sustituir la levadura por masa madre
Si tienes una receta que pide levadura, pero prefieres usar masa madre porque eres un fan de lo artesanal (o simplemente te ha quedado sin levadura), aquí tienes cómo hacerlo.
- Entiende las proporciones:
Generalmente, puedes sustituir cada 1 g de levadura fresca por unos 25-30 g de masa madre. Si la receta pide levadura seca, recuerda que 1 g de esta equivale a 3 g de levadura fresca, así que calcula en consecuencia. - Ajusta los líquidos:
La masa madre ya tiene agua, así que debes reducir la cantidad de líquido de la receta. Por ejemplo, si añades 100 g de masa madre, resta unos 50 g de agua y 50 g de harina del total de la receta. - Ten paciencia:
La masa madre trabaja más lentamente que la levadura. Si normalmente tu masa fermenta en 2 horas con levadura, con masa madre puede tardar entre 4 y 8 horas, dependiendo de la temperatura y la fuerza de tu masa madre. - Controla la temperatura:
Mantén tu masa en un lugar cálido, pero no demasiado caliente, entre 24-28 ºC, para que las levaduras y bacterias de la masa madre hagan su trabajo sin prisa, pero sin pausa.

Cómo sustituir masa madre por levadura
Por otro lado, si tienes una receta con masa madre, pero no tienes tiempo de cuidarla o no tienes ninguna preparada, también puedes optar por la levadura.
- Proporción básica:
Sustituye cada 25-30 g de masa madre por 1 g de levadura fresca o 0,3 g de levadura seca. Esto es suficiente para fermentar 500 g de harina. - Aumenta el agua y la harina:
Recuerda que la masa madre aporta líquidos y sólidos, así que deberá agregar aproximadamente 50 g de agua y 50 g de harina por cada 100 g de masa madre que reemplaza. - Acelera el proceso:
La levadura actúa mucho más rápido que la masa madre. Si una receta con masa madre necesita 8 horas de fermentación, con levadura fresca bastará con 2-3 horas. - El sabor será diferente:
La levadura hará que el pan tenga un sabor más neutro, sin el toque ácido característico de la masa madre. Si quieres compensar esto, puedes añadir un poco de vinagre de manzana o yogur natural a la masa para imitar ese sabor único.
Ventajas y desventajas de cada opción
- Masa madre:
- Ventajas: Sabor más complejo, textura única, mayor durabilidad, es más digestivo.
- Desventajas: Requiere más tiempo y planificación.
- Levadura:
- Ventajas: Rápido, fácil de usar y perfecto para principiantes.
- Desventajas: El sabor y la textura son menos interesantes.

Consejos para panaderos indecisos
- Mezcla ambas técnicas: Si quieres lo mejor de los dos mundos, usa un poco de levadura en una masa madre débil. Esto acelera el proceso sin perder el sabor.
- Experimenta sin miedo: Panificar es un arte, y cada pan es una oportunidad de aprender. No te obsesiones con la perfección, ¡diviértete!
- Cuida tu masa madre: Si usas esta opción, alimenta tu masa madre regularmente para que esté activa y lista cuando la necesites.
Y ahora, ¿qué pan vas a hacer?
Ya tienes las claves para sustituir levadura por masa madre y viceversa sin miedo a que el experimento salga rana. Así que no hay excusas: ponte el delantal, enciende el horno y prepárate para disfrutar del olor irresistible de un buen pan casero.
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