¿A que te ha pasado alguna vez? Te pones a preparar una crema pastelera, una mayonesa de esas bien caseras o un flan clásico… y de repente te miran desde el cuenco cuatro o cinco claras de huevo con cara de “¿y ahora qué?”. Porque sí, las yemas se van con toda la gloria, pero las claras, pobres, se quedan ahí abandonadas, esperando su momento.
Pues te traigo buenas noticias: las claras de huevo valen oro en la cocina, y no solo para hacer merengue. Hay un montón de recetas, dulces y saladas, que puedes preparar para darles salida sin que se echen a perder. Vamos a ver cómo conservarlas, qué hacer con ellas y cómo transformarlas en platos y postres de esos que te hacen quedar como un chef de los buenos.
¿Se pueden conservar las claras? ¿Y congelar?
Antes de entrar al lío de recetas, una cosa práctica: sí, las claras se pueden guardar. Si no vas a usarlas en el momento, lo mejor es meterlas en un recipiente hermético y guardarlas en la nevera. Ahí te aguantan unos 3 o 4 días sin problema.
¿Y si tienes muchas? Pues al congelador con ellas. Las claras se congelan genial. Solo tienes que ponerlas en cubiteras o en un táper etiquetado (con el número de claras que hay, que luego ni te acuerdas) y listo. Cuando las quieras usar, déjalas descongelar en la nevera o a temperatura ambiente.
Truco: si vas a montar claras a punto de nieve, es mejor usarlas a temperatura ambiente, no frías.
Recetas dulces para aprovechar claras de huevo
Vamos con lo goloso, que es donde más juego dan las claras.
Merengue (clásico, italiano o suizo)
El uso más típico, sí, pero también uno de los más agradecidos. Solo necesitas claras y azúcar. Puedes hacer:
- Merengue francés: montas las claras con azúcar normal.
- Merengue suizo: se monta en caliente, al baño maría, y queda más firme.
- Merengue italiano: se hace con almíbar caliente y es el más estable (ideal para decorar).
Lo puedes usar para cubrir tartas, rellenar pasteles, hacer merenguitos horneados o comértelo a cucharadas si no tienes vergüenza.
Huevos moles
Si eres de los que siempre dejan un hueco para el postre, pero ya estás aburrido del arroz con leche y el flan de toda la vida, presta atención, que te traigo una joyita dulce donde empleamos bien de clara de huevo (que son las nubes del postre) que no suele estar en todas las mesas.
Financiers (bizcochitos de almendra)
Una joya de la repostería francesa. Se hacen con claras, almendra molida, azúcar, mantequilla dorada y un poco de harina. Quedan húmedos, tiernos y con un sabor a nuez tostada brutal.
Macarons
Aquí ya nos ponemos finos. Son exigentes, pero se hacen solo con claras, azúcar glas y almendra molida. Eso sí, necesitas claras bien “maduradas” (reposadas un par de días). Si te animas, son un vicio.
Tarta de almendra tipo Santiago (sin yema)
¿Sabías que puedes hacer una versión de la tarta de Santiago solo con claras? Queda más ligera y es una forma estupenda de usarlas, sobre todo si tienes muchas.
Pavlova
Un postre elegante y espectacular. Es una base de merengue horneado (que queda crujiente por fuera y tierno por dentro) cubierta con nata montada y frutas frescas. ¡Una maravilla!
Galletas de coco (cocadas)
Claras, azúcar y coco rallado. Mezclas, haces montoncitos y al horno. Se hacen en 15 minutos y están riquísimas.
Angel food cake
Este bizcocho americano es todo clara de huevo montada con azúcar. No lleva yemas, ni grasa, ni levadura. Queda altísimo, aireado y con textura de nube. Eso sí, se necesita un molde específico (con chimenea y sin antiadherente), pero vale la pena probarlo.
Recetas saladas con claras de huevo
Aunque en dulce se lucen más, en salado también tienen su papel. Y, además, muchas veces sorprenden.
Tortilla de claras
Ideal si estás en modo “comer ligero”. Puedes añadir espinacas, champiñones, pimiento, cebolla… lo que quieras. No es tan sabrosa como una tortilla con yemas, pero con un poco de gracia, te saca del apuro y es muy saludable.
Soufflé de queso o verduras
Las claras montadas a punto de nieve dan esponjosidad al soufflé. Se mezclan con la bechamel y el queso, y al horno. ¡Sube que da gusto!
Panes, focaccias o bollos enriquecidos
Algunas recetas de pan o focaccia admiten añadir una clara para dar más elasticidad a la masa. No es esencial, pero si te sobra alguna, ¡no la tires!
Albóndigas o hamburguesas
Puedes usar claras como sustituto del huevo entero para ligar carne picada con pan rallado, especias, etc. Quedan bien jugosas y es otra manera de usar las claras.
Claras en tempura o rebozados
Si vas a hacer un rebozado más fino y crujiente, puedes montar la clara y mezclarla con un poco de harina y agua fría. Le da ligereza al empanado.
Ideas exprés sin complicarse mucho
A veces no tienes tiempo para recetas largas, así que aquí van ideas rápidas para no tirar esas claras:
- Añádelas a un revuelto junto a un huevo entero, para aligerarlo.
- Mézclalas con avena y plátano para hacer tortitas saludables.
- Úsalas en un smoothie proteico, con fruta, yogur y un toque de miel.
- Haz claras revueltas con ajo y espinacas. Muy sencillo y sano.
- Congélalas y agrúpalas por tandas de 3 o 4 para usarlas en postres futuros.
Consejos para montar claras como un pro
Si vas a hacer merengues, pavlovas o cualquier cosa que necesite claras a punto de nieve, apunta estos truquitos:
- El bol tiene que estar limpio y seco. Ni una gota de grasa ni agua.
- Usa claras a temperatura ambiente. Montan mejor.
- Añade una pizquita de sal o unas gotas de limón o vinagre para estabilizarlas.
- Empieza a batir despacio y ve subiendo velocidad.
- Cuando empiecen a formar picos suaves, puedes añadir el azúcar poco a poco, no de golpe.
Así que ya sabes: la próxima vez que te sobren claras de huevo, no las tires ni las mires con pena. Son un ingrediente superversátil y lleno de posibilidades. Desde postres delicados hasta platos ligeros, pasando por bizcochos, panes, tortillas o merengues de película, las claras son como ese actor secundario que de pronto se convierte en protagonista y se lleva el aplauso final.
Y oye, si al final se te acumulan, las metes en un táper y al congelador. Que tener un arsenal de claras siempre es buena idea. Nunca se sabe cuándo vas a necesitar hacer un angel food cake, ¿no?
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