Café tostado natural, café torrefacto y café de mezcla. ¿Qué son y en qué se diferencian?

Café tostado natural, café torrefacto y café de mezcla. ¿Qué son y en qué se diferencian?

Siempre hay un montón de preguntas alrededor del café: desde el cómo preparar un café perfecto hasta la clásica duda de si el café es bueno o no para la salud. En lo que no cabe duda es en que esta bebida está muy presente en nuestras vidas así que, de vez en cuando, no viene mal responder a esas preguntas que nos surgen.

Hoy os vamos a hablar del café que consumimos normalmente. Ya sea en un bar o en un supermercado, ¿qué tipos de café suele haber cuando compramos? ¿Hay realmente diferencia entre estos? ¿Nos creeríais si os decimos que en España se suele beber mal café por tradición? Si os interesa, echadle un vistazo a lo que os vamos a contar.

Los procesos de tueste del café

Lo primero que debemos saber para diferenciar bien estos tipos de café es cómo se trata el grano del café para su posterior venta al público. Sin entrar en grandes tecnicismos, el grano del café se recolecta, se extrae de su cáscara y se seca. En este momento, el grano, todavía de color verde (sí, verde, no marrón), prácticamente no tiene aún ningún aroma. Es en el momento del tueste donde el café adquiere ese color característico y gana su aroma, además de donde se determinará la calidad final del producto.

Podemos hablar de tres tipos de tueste según el proceso, que cambiarán tanto el color de la bebida como la cafeína que esta contenga y el nivel de acidez:

  • Tueste intenso u oscuro: produce un café con una menor cantidad de cafeína y, aunque no se intuitivo, con un sabor más fuerte. El aroma de este proceso denota matices parecidos a los del chocolate negro.
  • Tueste medio: le otorga al café una tonalidad muy oscura junto a un sabor amargo y un toque ligeramente acaramelado.
  • Tueste claro o ligero: este proceso conserva las propiedades originales del café, aportando una mayor cantidad de cafeína pero también de acidez. El regusto final de este tipo de tueste proporciona a la bebida ciertos tonos frutales.

El tipo de tueste determinará en gran medida el producto que nosotros consumamos al final del día, pero eso no es todo. En España se comercializan tres tipos de café según lo que se añade en el proceso de tueste que hacen que el café cambie mucho. Os contamos cómo.

Tipos de café

Café tostado natural

Este es el tipo de café es el más sencillito, su nombre mismo lo indica. Por café tostado natural entendemos café tostado al que no se le añade nada. Únicamente se le da una fuente de calor al grano durante el tiempo necesario en una tostadora mientras esta gira los granos para lograr un tueste uniforme en el producto. De manera muy resumida: no se añaden al proceso de tostado más ingredientes que el café mismo. Esto hace que esta variedad sea la más pura, presentando un sabor más suave pero intenso que el café de mezcla o el torrefacto. Si le preguntáis a cualquiera que sepa del tema, os dirá que este tipo de café es el que hay que tomar.

Café torrefacto

La peculiaridad de este tipo de café es que se le añade azúcar al café en el proceso de tueste. Cuando el azúcar se derrite, se carameliza hasta envolver el grano. El origen de esta técnica no tiene, como pudiera parecer a primera vista, motivo de endulzar el sabor. De hecho, el azúcar se llega a quemar en el proceso de tueste, dando como resultado un café amargo y realmente fuerte, de un color oscuro e incluso sabor a quemado. Si el sabor es peor, ¿por qué se elaboraba este tipo de tueste? La respuesta tiene que ven con la conservación del grano. El café torrefacto se empezó a producir con la idea de que la capa de azúcar que envolvía el grano conservaría más el producto, evitando que el café se echase a perder en poco tiempo.

Este tipo de café tiene su origen en América Latina, no se sabe bien si en México o en Cuba. Lo importante es que su producción tenía sentido en un momento histórico en el que las técnicas de conservación aun no eran muy avanzadas. Y ¿cómo llega a España? Pues a través de José Gómez-Tejedor, el empresario que, tras sus viajes a Cuba, patentó a principios del siglo XX el café torrefacto con su empresa La Estrella. Gómez-Tejedor tuvo la patente durante un tiempo, pero con la llegada de la Guerra Civil la perdió. Sin embargo, el café torrefacto fue un superviviente en la posguerra por una razón muy sencilla: este era el café más barato. Como veis, este tipo de café es en España una herencia cultural que no se basa en la calidad.

Café de mezcla

Sabiendo ya los otros dos tipos de café, este no es muy difícil de adivinar: el café de mezcla junta el de tueste natural y el torrefacto. Normalmente, esta mezcla suele ser un 50/50, pero los porcentajes varían dependiendo de la marca. De nuevo, este tipo de café gana popularidad durante la posguerra por su accesibilidad y, desde entonces, su consumo está más que arraigado entre la población.

Diferencias entre los tipos de café: tanto en el paladar como en nuestra salud

Ahora que conocemos los tres tipos, podemos afirmar rotundamente que hay diferencias. Ya no solo de sabor, sino también para nuestra salud. Como dato curioso, aunque el café torrefacto está que presente en la hostelería española, está prohibido en algunos países europeos, como en el caso de Italia.

Frente al café natural, que se tuesta sólo con la cantidad de calor apropiada, el torrefacto se tuesta y se quema con azúcar. Esto hace que pierda sabor y también aroma. En este sentido, el café natural tiene una gran ventaja frente al torrefacto. Aunque parezca más suave por su sabor, el café natural conserva más intensidad, más cafeína. El café torrefacto, en cambio, en el proceso de tueste, adquiere un amargor característico que dificulta disfrutar del trago sin añadir aún más azúcar a nuestra bebida.

Por sabor, claramente el natural tiene ventaja. Pero, ¿es más beneficioso para nuestra salud? La respuesta es sí. El café natural tiene propiedades antioxidantes y algunos estudios sugieren que el consumo moderado de esta bebida reduce el riesgo de enfermedades cardiovasculares, parkinson o algunos tipos de cáncer. Estos beneficios para nuestra salud están anclados al café natural, mientras que el torrefacto, el azúcar pone un problema serio a la hora de su consumo. Ahora, la cosa no queda ahí, uno de los factores determinantes en el impacto para la salud en el consumo de café es el tipo de procedencia (robusta o arábica). En el caso del torrefacto, suele ser de procedencia robusta, que acostumbra a ser de una calidad menor que la arábica. En cuanto al café de mezcla, cuanto más cantidad de café natural contenga, mejor.

¿Qué café elegir?

Lo que más se bebe no siempre es lo mejor. Por suerte, la cultura cafetera está empezando a cobrar fuerza y el consumo del torrefacto es cada vez menos popular. Ya os hemos contado que el mejor café es siempre el café de tueste natural. La calidad de origen y un buen proceso de tostado también ayudarán a un producto de mejor clase, haciendo disfrutar tanto a nuestro paladar y a nuestro organismo entero. Pero ahora decidnos vosotros: ¿cuál es vuestro favorito? ¿tenéis algún truco para prepararlo?

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Categorías: Ingredientes y alimentos

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