Name: Brócoli al horno
Total time: 35 min
Yield: 2
Cuisine: española
Ingredients: 1 brócoli grande (aproximadamente 500 g); 2 dientes de ajo; 4 cucharadas de aceite de oliva virgen extra; 1 cucharadita de pimentón dulce; Sal; Pimienta negra molida; Zumo de medio limón (opcional); 50 g de queso rallado (opcional)

Para 2 0.7€/pers. 110kcal/100g

Ingredientes

1 brócoli grande (aproximadamente 500 g)
2 dientes de ajo
4 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
1 cucharadita de pimentón dulce
Sal
Pimienta negra molida
Zumo de medio limón (opcional)
50 g de queso rallado (opcional)

Hay verduras que tienen mala fama y no lo merecen. El brócoli es el ejemplo perfecto: mucha gente lo mira con cara rara, como si fuera el primo raro de la familia vegetal. Pero, si lo cocinas bien, te das cuenta de que tiene su puntazo. Y el horno le va como anillo al dedo: crujiente por fuera, tierno por dentro y con un sabor que no tiene nada que ver con el brócoli cocido y tristón de toda la vida. Vamos a darle alegría con este brócoli al horno.

El brócoli viene de lejos, concretamente de la antigua Roma, donde ya se cultivaba como si fuera un tesoro verde. Durante siglos se ha usado en la cocina mediterránea, pero no fue hasta el siglo XX cuando empezó a hacerse famoso fuera de Italia. En España ha tardado en calar, pero hoy en día lo vemos en todas partes. Eso sí, no siempre bien tratado. La cocción lo deja blandengue y oloroso, pero en el horno saca su mejor versión: sabroso, tostado y con ese punto que lo hace mucho más apetecible.

Si te apetece seguir explorando verduras al horno, no te pierdas las verduras asadas, una forma distinta y deliciosa de cocinar verduras. Otra idea estupenda es las croquetas de verduras al horno, ideal como acompañamiento o para dar color a cualquier plato. Y si te va lo verde pero con un puntito diferente, prueba con unas alcachofas al horno, que tienen un sabor sorprendente.

Receta casera de brócoli al horno

Elaboración paso a paso

Precalentamos el horno. Lo ponemos a 200 °C con calor arriba y abajo. Esto es importante para que el brócoli se tueste bien desde el primer momento.
Preparamos el brócoli. Cortamos el tronco más grueso y separamos los ramilletes en piezas medianas, ni muy grandes ni minúsculas. Lavamos bien con agua fría y los dejamos escurrir o los secamos con papel de cocina. Cuanto más secos estén, mejor se doran.

Picamos los ajos. Pelamos los dientes de ajo y los picamos finitos. Si prefieres un sabor más suave, puedes machacarlos con un mortero o incluso cortarlos en láminas finas.
Aliñamos. En un bol grande echamos el brócoli, el ajo picado, el aceite de oliva, el pimentón, sal al gusto y un toque de pimienta negra molida. Si te gusta el toque cítrico, añade también el zumo de medio limón. Removemos todo con las manos o con una cuchara hasta que los ramilletes queden bien impregnados.
Al horno. Colocamos el brócoli en una bandeja de horno, procurando que no se amontone. Si lo ponemos muy junto, se cocerá en lugar de asarse. Mejor si usamos papel de horno o una bandeja antiadherente.
Horneamos. Metemos la bandeja en el horno durante 25-30 minutos. A mitad del tiempo, damos la vuelta a los ramilletes para que se hagan de forma uniforme. Queremos que queden ligeramente tostados por los bordes, pero sin pasarnos para que no amarguen.
Toque final. Si has optado por el queso, sácalo del horno un par de minutos antes de terminar y espolvorea el queso rallado por encima. Luego vuelve a meterlo en el horno hasta que se funda y se dore ligeramente.

Un plato versátil que puedes servir de acompañamiento, como cena ligera o incluso como aperitivo con un toque de queso por encima.

Consejos para un brócoli al horno perfecto

Seca bien el brócoli antes de hornearlo. Si está mojado, se cuece en lugar de asarse y pierde ese punto crujiente tan rico.
No lo cortes demasiado pequeño. Los ramilletes muy pequeños se queman fácilmente. Mejor que sean de tamaño medio.
El ajo, mejor fresco. Da mucho más sabor que el ajo en polvo y se dora de forma deliciosa en el horno.
Cambia los sabores. Puedes añadir curry, cúrcuma, comino o incluso un chorrito de salsa de soja para darle otro rollo.
Hazlo plato completo. Acompáñalo de un poco de arroz, un huevo escalfado o una salsa de yogur para convertirlo en un plato principal muy completo.

Aunque el brócoli ha sido ese ingrediente que «hay que comer porque es sano«, la forma en que se cocine puede marcar la diferencia entre odiarlo o amarlo. En Estados Unidos, por ejemplo, durante los años 90 fue tan impopular entre los niños que se convirtió en el vegetal «antihéroe» por excelencia.

Pero con la moda de los hornos y las recetas saludables en redes sociales, ha resurgido como estrella del menú saludable y moderno. Y es que cuando se cocina bien, hasta los más escépticos se rinden a sus encantos.

Última revisión: 5 septiembre 2025

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