Sergio Ramos ha sido reconocido como embajador de Unicef en un acto que se ha llevado a cabo en el Centro de Entrenamiento Alfredo Gottardi «Cajú», sede de la selección española en Curitiba. En un acto plagado de niños, el defensa del Real Madrid ha expresado su orgullo con la distinción, un futbolista comprometido siempre con los asuntos sociales
«Es un privilegio, un orgullo que una organización que ayuda tanto por los derechos de los niños me proclame embajador. Es un día mágico, inolvidable. Después de tantos momentos vividos y tantas colaboraciones con ellos, te sientes muy feliz. Todo suma, todo es importante. Me acuesto con la conciencia muy tranquila porque siempre estoy abierto para cualquier acción, para ayudar a los más necesitados», resumió en su parlamento.
Se abarrotó la sala de prensa, pero fueron los niños los encargados de realizar las preguntas, casi todas relacionadas con el Mundial de Brasil. Ramos respondió a todas y desveló las ganas de curar la herida de la derrota del pasado año en la Copa Confederaciones.
«De niño siempre sueñas con jugar un Mundial en Brasil porque la de aquí es una selección muy prestigiosa, un país favorito. Sueñas con representar a la selección en este tipo de eventos. Ya tuvimos la experiencia de la Confederaciones, llegando a la final. El fútbol siempre te brinda una revancha y cuando pierdes se te queda dentro. Están las mejores selecciones y es un plus. Somos los campeones y nos toca defender el trono, esa ansiada copa. Las expectativas son muy buenas, hay que confiar en que se puede»
Los niños quieren una final entre Brasil y España y le preguntaron cómo pensaba frenar a Neymar, pero Ramos prefiere ir paso a paso. «Lo importante es disputar el Mundial. Tenemos la primera fase con tres selecciones importantes. Antes de pensar en la final hay que pensar en el partido a partido, es lo que nos ha llevado al éxito, la humildad y el trabajo. Uno se prepara para medirse a los mejores del mundo y estoy preparado para afrontar esos retos».
Para empezar, España se mide el 13 de junio a Holanda, un partido que recuerda a la final del Mundial de 2010. «Holanda es una de las más fuertes, una grandísima selección. Trabajamos para ganar ese partido contra un rival que siempre nos lo pone muy complicado. Debemos centrarnos en nuestro juego y respetar al rival».
Además, el defensa del Madrid emplazó a los niños a seguir luchando por sus sueños. «Animo a todos a alcanzar sus sueños,. A luchar por todo pese a las condiciones, que no pierdan nunca esa ilusión por estudiar, formarse y tener una educación. El esfuerzo y el trabajo diario suele tener esa recompensa. Hay muchos que están en condiciones complicadas y han salido adelante».





