El fin de España tuvo que ser en Maracaná, el templo del fútbol por excelencia y que despidió a una generación maravillosa con una sonrojante derrota ante Chile (2-0). Fue un adiós triste, un adiós inesperado por lo prematuro y por las formas, un adiós doloroso para un grupo que lo ha ganado todo. Y se acepta como el final de una etapa, la más bonita de todas. [Asñi contamos el partido de España contra Chile]
«Ha sido un fracaso inesperado. No hemos sabido mantener ese hambre y probablemente la cuota de éxito estaba agotada. Mentalmente no estábamos preparados», confesó Xabi Alonso en la zona mixta. Se esfumó la estrella del pecho y con la derrota llegaron las reflexiones en voz alta.
«Este grupo no se merecía acabar así», dijo Íker Casillas, defraudado con el Mundial de España. «Hay que pedir perdón a la gente. Somos los primeros responsables y estamos dolidos. El compromiso no ha sido el que todos queríamos», añadió. En la misma línea, Andrés Iniesta: «Hemos estado en lo más alto y ahora en lo más bajo. Es un cruel desenlace para esta generación».
Efectivamente, el golpe es tremendo después de enlazar Eurocopa-Mundial-Eurocopa. No queda consuelo porque el chasco es brutal y desde ya se piensa en un relevo generacional, incluso cuestionada la continuidad de Vicente del Bosque. «No es el momento de valorar mi futuro», comentó en la sala de prensa, reclamando unos días de reflexión.
«Normalmente los finales de ciclo acaban con una derrota. A lo mejor hay que pensar en hacer cambios», recomendó Xabi Alonso. Mientras, Sergio Ramos pedía respeto y levantar la cabeza. «Ahora hay que sentirse orgulloso de ser español y pensar en lo que viene. Este grupo se merece un respeto después de estos años».
Todo caras largas resumidas en una frase de Fernando Torres: «Tristes, sobre todo. Intentas buscar el lado positivo y no lo encuentras. Miras hacia atrás, lo que hemos hecho estos años, pero no es suficiente. Creemos que tenemos fútbol para más, tenemos jugadores para mucho más y te quedas fuera con sólo dos partidos jugados. Hay decepción y tristeza»





