La tristeza se apoderó de los jugadores conforme pasaba el tiempo y se veía que ningún pase llegaba con claridad a su receptor. Chile destiñe a España (0-2) y la apea del Mundial a las primeras de cambio. El rostro de los jugadores y del seleccionador solo reflejaban decepción. Y también las palabras de Vicente del Bosque en la rueda de prensa posterior al partido: «Hemos jugado dos partidos y no hemos sido capaces de ser superiores en ninguno. Nos sentimos dolidos, pero hoy, en relación al partido, hemos estado tímidos. Hemos querido y hemos tenido más acción en el segundo, pero no ha sido suficiente para darle la vuelta al resultado».
La herida todavía sangraba y el seleccionador prefiere esperar a que la pronta salida de Brasil 2014 se enfríe para tomar decisiones y pensar más allá de hoy: «No querría reflexionar tan inmediatamente. Debemos darnos un periodo para pensar. Es cierto que cuando sucede algo en un Mundial o en una competición así trae consecuencias. Pero no quiero entrar en ese análisis, hay mucho tiempo por delante. Hay que pararse y recordar todo lo que nos han dado estos jugadores. Esta Federación está consolidada, no está en descomposición».
«Lo cierto es que hemos estado 24 o 25 días con un trabajo adecuado, creíamos que estábamos en buenas condiciones. La realidad ha sido otra y en el segundo tiempo contra Holanda y el primero contra Chile han sido una losa en toda regla. En el primero nos quitábamos el balón de encima sin otra intención que la de no fallar. Ellos nos han incomodado y luego se han replegado. Hemos tenido más opciones, pero nos ha faltado suerte. No hay que buscar disculpas, hemos caído y hemos sido inferiores a Holanda y Chile», explicaba sin tapujos el seleccionador, que señaló en varias ocasiones que los chilenos fueron superiores: «Chile ha sido fiel a lo que esperábamos, con valentía y coraje. Los dos goles han minado nuestra capacidad. No podemos decir que nos hayamos entregado, hemos intentado revertir el resultado, pero no ha bastado».
La eliminación en la primera fase del Mundial ha caído como una bomba entre los aficionados que esperaban a la España que ganó la trilogía y la primera estrella mundialista en Sudáfrica 2010: «Si pienso en los 25 días que llevamos juntos y en el trabajo, en la convivencia, en el espíritu y me dicen que íbamos a caer a la primera, no lo hubiera creído. Pero hemos estado tímidos y algo acobardados, algo impropio de las muestras del equipo. Es cierto que estos días, desde Holanda, hemos tenido una suma de mensajes siempre positivos, de afecto y simpatía. Es un día triste para todos, para la afición y para nosotros. Lamentamos no haber podido dar tanta satisfacción».
