Diego Costa ha sido el personaje del día en la selección, protagonista en la sala de prensa en otra fría y lluviosa mañana en Curitiba. El delantero hispanobrasileño ha comparecido ante los medios de comunicación y ha analizado su situación con España, selección a la que se entregó generando un gran revuelo su decisión. Prefirió España antes que su país de origen y el debate sigue abierto porque falta por ver cómo le recibirá la afición local en los estadios.
«De momento las cosas me van muy bien. La gente me ha tratado de la manera que espero. Tengo el apoyo de bastante gente que entiende lo que pasó», respondió, aparentemente tranquilo por la animadversión latente. Costa, ante todo, quiere jugar el Mundial y aislarse del ruido.
Ya parece plenamente recuperado de su lesión en el bíceps femoral y lo demostró con 73 minutos en el amistoso ante El Salvador. «Necesitaba este partido para quitarme la sensación. Antes de la recaída me encontraba muy bien y caí. Ahora me encuentro mucho mejor, con ganas. Es lo principal. Estoy a tope y no va a haber ningún problema para estar en el partido inicial».
Es su Mundial, una cita muy importante y también para su familia. Lagarto, el lugar donde nació, vive con el corazón dividido. «Mis padres están muy felices, estoy más cerca de ellos y no afecta en nada. Ellos saben lo que saben y me apoyan siempre, también en la decisión».
Nunca ha estado en una gran cita y quiere estrenarse, a poder ser en el primer partido. «Siempre hay ansiedad en el estreno. Jugamos contra una selección muy grande y buena contra Holanda, pero los jugadores tratamos de analizar el momento y entrenamos para mejorar, para estar a tope».
Busquets, en sintonía con Costa
Todas sus respuestas van acompañadas de una sonrisa, feliz con el trato que le dispensan sus compañeros. «La gente me trata de una manera especial, me encuentro muy cómodo, ha sido impresionante para mí. Estoy viviendo un momento muy lindo y sólo puede dar gracias a los compañeros».
Compareció junto a él Sergio Busquets, que está encantado por tenerle en el grupo. «Es mejor tenerlo como compañero. A nivel de equipo no se puede, así que lo importante es ahora. Ha llegado con muchas ganas, con mucha ilusión. Se le dio mucho bombo, pero sabíamos que se iba a encontrar una cosa muy buena. Todo iba a ser mucho más fácil e iba a salir bien. Teníamos muchas referencias buenas sobre él y ya se le ve, está muy contento, con muchas ganas. El ambiente con él, y con todos, es espectacular».
