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Cultura

Rafael Romero de Torres, el hermano sin esperanza

Hoy se cumplen 120 años de la muerte del pintor, fallecido con apenas 33 años a punto de comenzar la crisis del 98

Rafael Romero de Torres, en una imagen de la colección fotográfica de la familia Museo de Bellas Artes de Córdoba

Rafael Verdú

En una ocasión un periodista le preguntó a Jorge Luis Borges qué le parecía la poesía de Antonio Machado. El genio de Buenos Aires le respondió con uno de sus frecuentes sarcasmos, no exento de humor: «¿Acaso Manuel tenía un hermano?». No se sabe si el escritor pretendía ensalzar al mayor -en cuanto a edad- de los Machado o rebajar la maestría de los versos del autor de «Soledades», pero la anécdota sirve para ilustrar cómo en no pocas ocasiones la fama de un artista eclipsa el talento de sus parientes y allegados más cercanos. Ejemplos son Anne Brontë, Heinrich Mann o Zenobia Camprubí, en el campo de la literatura; Pierre Curie, en el de la ciencia; o Rafael Romero de Torres en la pintura . Justo hoy se cumplen 120 años de la muerte del artista, acaecida en el mismo edificio donde hoy se levanta el museo que lleva el nombre de su hermano.

Rafael Romero de Torres nació en Córdoba en 1865 , segundo de los hijos del también pintor Rafael Romero Barros . Y como casi todos en la familia, desde pequeño desarrolló un gusto y una capacidad notables para las bellas artes. Así, con apenas 20 años recibió una beca de la Diputación de Córdoba para formarse en la Academia de San Fernando de Madrid. Allí colaboraría con sus hermanos Julio y Enrique ilustrando revistas. En 1895 recibió una segunda beca del mismo organismo, pero esta vez para formarse en Roma , que por aquel entonces bullía con el verismo musical y literario. Allí coincidió con otros artistas españoes, como el escultor cordobés Mateo Inurria o el pintor burgalés Marceliano Santa María, quien casi 50 años después, en 1945, aún recordaba a Rafael Romero de Torres y sus encuentros en el Café del Greco de Roma o la chocolatería «donde los españoles se sentaban a tomar café» .

«El albañil herido» Museo de Bellas Artes de Córdoba

De Roma regresó Rafael Romero de Torres para afontar, sin saberlo, los últimos años de su vida. El periodista cordobés y amigo del pintor Ricardo de Montis narró en «Notas cordobesas. Recuerdos del pasado» cómo Rafael ganó una segunda medalla en la Exposición Internacional de Bellas Artes, que por arte de birlibirloque le fue cambiada por una de tercer rango para conceder la presea de plata a otro artista mejor relacionado . Quizás con un exceso de melodrama propio de la época, De Montis achaca a esa injusticia la muerte de Rafael Romero de Torres: «Prodújole una impresión indescriptible; disipó sus ilusiones, mató sus esperanzas y ¿Por qué no decirlo? Le costó la vida».

Poco se ofrece al público de la obra de Rafael Romero de Torres, que murió con apenas 33 años. En el Museo de Bellas Artes se conservan algunos trabajos, como «El albañil herido», un ejemplo del realismo social que cultivó el pintor en algunos de sus cuadros; o «Colón saliendo de la Mezquita» . El centro cordobés también tiene una colección de grabados y dibujos procedentes de sus cartas desde Roma que fueron expuestos hace unos años.

«Buscando patria» ABC

«Buscando patria (emigrantes a bordo)» es un precioso óleo de gran tamaño que muestra las actividades cotidianas de un grupo de lo que hoy se llamarían «migrantes», hacinados en un buque de finales del siglo XIX con un destino desconocido. Fue la obra que presentó al certamen iberoamericano y que terminó siendo adquirida por el estado. Hoy, aunque pertenece al Museo del Prado, cría polvo en algún sitio de la Dirección General de Instituciones Penitenciarias de Madrid, que como todo el mundo sabe es un lugar excelente para exponer obras arte. Y ello pese a que en la actualidad serviría para recordar el dram a de los refugiados e inmigrantes.

La Diputación de Córdoba también conserva algunas de sus obras, y por el registro del portal especializado Artprice se sabe que al menos una decena de sus obras se han vendido en subastas desde el año 2001, todas en Alemania y España.

Rafael Romero de Torres falleció justo cuando había empezado la crisis del 98. Tuvo tiempo de conocer el hundimiento del acorazado «Maine», las batallas navales de Cavite y Santiago dentro de la Guerra de Cuba, la pérdida de las colonias y hasta el inicio del sitio de Baler. Su temprana muerte, de la que hoy se cumplen 120 años, truncó una carrera artística que habría convivido en el tiempo con la producción literaria de la Generación del 98.

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