«A ver quién se atreve a decir que una mujer catalana no puede liderar el PSOE», proclamó ayer la ministra, que abre el melón de la sucesión y pide vez
Arrancamos con Fray Luis de León. Decíamos ayer… en estas páginas que «voces dentro del PSOE alertan de que hay más de uno (y de una, en especial) que le está esperando [a Pérez Rubalcaba] para ajustarle cuentas pendientes».
Y poco ha esperado Carme Chacón para plantarle cara al candidato de su partido. Ni siquiera ha aguardado a comprobar si se estrella o no en las urnas del domingo. Ayer mismo, cuatro días antes de las elecciones, lanzaba su candidatura a llevar las riendas del socialismo español. Y lo hizo con estruendo, retadora, con un punto afrentoso, incluso: «A ver quién se atreve a decir que una mujer catalana no puede liderar el PSOE». La ministra vino a calcar la fórmula con la que anunció que pensaba disputar las primarias de su partido a la Presidencia del Gobierno. «España está preparada para una presidenta catalana», dijo en febrero. Pero en mayo se cruzó en su camino el «dedazo» de Zapatero, que se detuvo en Rubalcaba, y no hubo primarias. Chacón se merendó sus palabras después de que alguien (¿Zapatero?) le susurrase «espérate un poco, a noviembre».
La batalla por alcanzar el poder en Ferraz está abierta en canal
Porque pelea habrá, aunque su intensidad dependerá del grado de la fractura que los comicios causen en el PSOE. Y habrá batalla porque ya ayer el presidente del partido, Manuel Chaves, afirmó que pase lo que pase el domingo «yo creo que sí tiene que seguir, hay que dar a Alfredo un margen de confianza y de respaldo». Hoy coinciden Rubalcaba y Chacón en Barcelona. Habrá catarata de elogios, aunque las palabras de la ministra han asestado un golpe al candidato y a su capacidad de liderazgo, con las papeletas a la vuelta de la esquina.
La entretenida caravana socialista llegó ayer a Andalucía, el día siguiente de que la juez del escándalo de los ERE haya comenzado a investigar al presidente de la Junta Andaluza. Poco o nada se habló del asunto, más allá de repetir las críticas a la juez Mercedes Alaya, a quien el Gobierno andaluz va a intentar no entregarle las autorizaciones de expediente, con la firma de José Antonio Griñán, que exige. Millones de euros del dinero de los parados —en una Comunidad con un desempleo del 30 por ciento— bajo sospecha de un fraude de dimensiones cósmicas.
Chaves afirmó que «hay que dar a Alfredo un margen de confianza»
Pero hay que hablar de ETA, ese as que asoma por la manga de vez de cuando. Si no fuera suficiente el ninguneo, se proyectaron vídeos de González y Guerra. Faltó un documental sobre Pablo Iglesias y otro sobre «La pizarra de Suresnes» para terminar de dar sepultura política a Zapatero.
Y cerramos con Fray Luis de León: «Los bienes más queridos y mayores se mudan, y en mi daño se conjuran, y son, por ofenderme, a sí traidores»





