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Muchos recordarán a Assumpta Serna (Barcelona, 1957) por su papel de Marta «la Puntamaca» en «Aquí no hay quien viva», pero la trayectoria de la actriz catalana va mucho más allá: fue la protagonista de la almodovariana «Matador», estuvo nominada al Goya por «El maestro de esgrima» y ha participado en numerosas producciones estadounidenses. Este domingo, Serna estrena «Los Borgia» (Cosmopolitan, 23:15 horas), una coproducción europea que cuenta la historia de esta ambiciosa familia y que se presentará el próximo jueves en el Festival de Series de Madrid. La serie está triunfando en Italia y Francia (en el país galo es la serie que más beneficios ha dado a Canal+ de todas las que ha producido) y está a la espera de su emisión en Alemania.
¿Qué tiene de atractivo «Los Borgia»?
Es una serie de acción, donde continuamente están sucediendo cosas, pero a la vez destaca el retrato psicológico de los personajes, en el que nos podemos retratar y donde no hay buenos ni malos absolutos. Además, es una serie donde ha habido un nivel de exigencia en la producción muy alto.
Háblenos de su personaje, Vanozza Catanei
Fue una de las amantes de Rodrigo Borgia, quien luego sería el papa Alejandro VI. Tuvo cuatro hijos con él y se han querido profundamente. No era una mujer «estúpida» por no haber tenido educación; precisamente por haber sido cortesana y haber tenido mucho contacto con gente «de arriba y de abajo» tenía muchísima información, que contrastaba con la que podía ofrecerle el papa. Ella asiste a toda la ascensión de cardenal a papa de Rodrigo y busca que los hijos que tuvo con él tengan una mejor y mayor escala social. A la vez que asciende Rodrigo, éste evita que Vanozza esté presente en la corte y la hace contraer matrimonio hasta cuatro veces para apartarla. Era una mujer lista, que se contentó con lo que tenía que amaba a su amante pero que aceptó la situación tal y como era.
Usted está acostumbrada a interpretar papeles de época en proyectos como «El maestro de esgrima», «Yo la peor de todas», «Nostradamus»... ¿Se siente cómoda viajando al pasado?
Sí, porque me permite profundizar en un momento histórico porque muchas veces ahondando en el pasado puedes conocer mejor el presente y el futuro.
¿Al ser española, como los personajes principales (los Borgia eran de origen aragonés y valenciano), ayudó de alguna manera a la construcción de los personajes?
El guionista, Tom Fontana, es un hombre muy abierto que quería información sobre el asunto, y le gustaron cosas que le busqué al entrar en contacto con el Instituto de Estudios Borgianos. Gracias a él traduje para Fontana y el resto del equipo textos a los que no habían tenido acceso, como un documento sobre la muerte de César Borgia que había en Navarra, y que enriquecieron los guiones. Hubo un gran esfuerzo por buscar la verdad, por intentar saber qué es lo cierto y qué es bulo, lo que «costruyeron» ciertas familias italianas envidiosas de España, como que Rodrigo Borgia estuvo liado con su propia hija, algo de lo que no hay ningún documento que lo pruebe.
Dos series coetáneas sobre una misma familia, una película... ¿Qué hace tan atractiva a la familia Borgia?
Es una familia que permite historias muy sugerentes por temas como la corrupción, la ambición o el poder. Quizá sea tan atractivo porque esos deseos siguen existiendo ahora.
Últimamente están muy de moda las series ambientadas en épocas históricas alejadas a la nuestra. ¿A qué cree que se debe?
Es por el interés de conocer qué ocurrió en el pasado, vivir una época que no viviste y que te ilumina sobre el presente. Desde siempre he pensado que el público tenía un gusto especial por estos temas y por ello ahora me alegra este boom. Si se hacen bien, pueden ser una muy buena arma didáctica para transmitir conocimiento a la gente. El cine y la televisión deben permitir la reflexión además del entretenimiento.
En algunas de estas series destaca el alto contenido sexual: «Los Tudor», «Roma»... Eso ocurre incluso en esta
El motor de la humanidad es el deseo, así que es lógico que la pasión esté presente en las series. En la serie se puede ver en el personaje de uno de mis hijos, Juan, una persona falta de cariño por su madre y que busca constantemente el deseo para satisfacer su ego y ensalzarse como hombre. De todos modos, lo interesante de la serie, y por donde se construyeron los guiones, es la ambición y el poder de esa familia.
Hay algunos actores que a partir de cierta edad se quejan de que no reciben papeles. ¿Le pasa a usted lo mismo?
Totalmente, y además por partida doble: por tener más de 40 años y por ser mujer. Cuesta encontrar personajes en la cuarentena en los que tengas cosas que decir. Algunos directores y productores lo intentan. Creo sin embargo que pronto entraremos en una nueva moda en la que no habrá personajes tan jóvenes, que los habrá algo mayores y con cosas interesantes que contar.
Ahora que tan de moda se han puesto las redes sociales entre los famosos, ¿cómo se maneja usted en las redes sociales?
Las redes sociales me permiten acercarme a los espectadores. Por ejemplo, los actores de «Borgia» hemos creado en Facebook una página donde hablamos con ellos, iremos subiendo vídeos, explicaremos cosas que pasaron en el rodaje o hablamos del ambiente en el que nos movimos los actores. Los medios sociales son interesantes para la promoción de un producto.
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