Todo está preparado en el Palacio de Marivent de Palma de Mallorca para recibir hoy a la primera dama estadounidense, Michelle Obama, cuya visita ha levantado tal expectación que en la Casa del Rey no saben dónde meter a tanto periodista acreditado. Al almuerzo que ofrecen los Reyes a la esposa del presidente de Estados Unidos también asistirá la Princesa de Asturias, pero no estarán ni Don Felipe ni las Infantas Doña Elena y Doña Cristina.
El Príncipe, como venimos informando, viajó la noche del viernes a Colombia para asistir ayer a la toma de posesión del nuevo presidente, Juan Manuel Santos, y su avión de regreso aterrizará en Torrejón de Ardoz hacia las cuatro y media de esta tarde, por lo que no le da tiempo a sumarse al almuerzo.
Tampoco los Duques de Palma llegarán a la isla a tiempo de asistir a la comida. Doña Cristina e Iñaki Urdangarín terminaron ayer el tramo del Camino de Santiago que han recorrido durante tres días, en compañía de unos amigos, y asistieron, junto a sus cuatro hijos, Juan, Pablo, Miguel e Irene, a Misa de doce en la Catedral de Santiago de Compostela. Aunque su plan inmediato es trasladarse a Mallorca, no se les espera hasta esta noche o mañana, lunes, igual que a la Infanta Doña Elena y a sus hijos, Felipe y Victoria.
Michelle Obama y su hija, Sasha, serán recibidas en el aeropuerto de Son Sant Joan por el jefe de la Casa del Rey, Alberto Aza, y los embajadores de España en Washington, el recién casado Jorge Dezcállar, y el de Estados Unidos en Madrid, Alan D. Solomon, quienes acompañarán a la primera dama norteamericana hasta el Palacio de Marivent. En la residencia de verano de los Reyes, Don Juan Carlos, Doña Sofía y Doña Letizia saldrán a recibir a su invitada ante las cámaras y periodistas, y los cuatro pasarán al comedor para almorzar. Tras la comida, la primera dama estadounidense volverá directamente al aeropuerto para regresar a su país después de pasar cinco días en España, y los Reyes se desplazarán a Cala Rajada para inaugurar los jardines de la Fundación Bartolomé March Servera. A la espera de su invitada, los Reyes disfrutaron ayer de un tranquilo día de vacaciones. Por la mañana, la Reina salió en la lancha «Somni» a contemplar la última prueba de la regata de la Copa del Rey Audi Mapfre y, por la noche, Don Juan Carlos y Doña Sofía entregaron los trofeos de la competición.
Un beso de 40.000 euros
También es previsible que la Princesa abandone la isla para pasar el resto del mes en un lugar protegido de las cámaras. Y es que Doña Letizia se ha convertido en el objetivo de los paparazzi. Estos días se comenta en la isla que dos profesionales de la cámara (uno tomó fotos y el otro grabó un vídeo) han cobrado unos 40.000 euros por las imágenes del beso que el Príncipe dio a la Princesa el pasado martes ante decenas de personas, cuando Doña Letizia acudió con sus hijas a recibir a Don Felipe, al terminar la regata de ese día, en el Real Club Náutico de Palma. Se suponía que en ese momento no se podía filmar —de hecho, a la mayoría de los fotógrafos se les prohibió el acceso a las instalaciones—, pero los cámaras aprovecharon el revuelo y tomaron las imágenes, igual que decenas de curiosos que se arremolinaron en torno a los Príncipes.




















