Caja Castilla La Mancha (CCM) es hasta ahora el único «espejo» en el que se puede mirar Cajasur, las dos únicas entidades de ahorro de este tipo intervenidas por el Banco de España. Eso sí, la máxima autoridad bancaria tomó el control de la caja manchega hace ya 14 meses. Y eso deja extraer conclusiones sobre cómo puede ser el futuro de la Caja cordobesa, aunque en el escenario financiero haya habido cambios.

Así, cuando el Banco de España intervino CCM el 29 de marzo de 2009, no existía el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) -dotado con 6.750 millones del Estado y 2.250 que pone la banca-, al que se ha acogido Cajasur. Entonces, el Gobierno central realizó un rescate con avales del Estado por valor de 1.500 millones. Ese mismo día, igual que ha pasado con Cajasur, el Banco de España relevó a la dirección y nombró tres administradores.

Su inspección acabó en «sorpresón». En abril, CCM acabó reconociendo pérdidas de 740 millones en 2008, aunque oficialmente había declarado 30,6. Eso supuso que el Fondo de Garantía de Depósitos (FGD), «hucha» de las cajas, debiera inyectarle 1.300 millones para estabilizarla.

La venta

El Banco de España empezó a preparar su venta. En noviembre, decidió entre las ofertas de Cajastur y BBK (la caja de Vizcaya). Se decantó por la primera. Concretamente, Cajastur integraría en una filial (Banco Liberta) la estructura puramente bancaria de CCM. La operación no incluía la Corporación industrial de la caja manchega para que no la contaminara, dada su gran deuda: unos 1.700 millones.

La solución completa era la siguiente: en Banco Liberta -en la comunidad manchega será Banco CCM-, el 75% del accionariado será de Cajastur y el 25% de CCM, que próximamente dejará de ser una caja y se convertirá en una fundación. Dicha fundación con los beneficios que le reporte su participación en el Banco Liberta continuará la Obra Social que hacía cuando era Caja Castilla La Mancha.

En cuanto a su Corporación industrial, pasará a ser propiedad del Fondo de Garantía de Depósitos, que venderá sus activos para saldar la gran deuda que tiene e intentar recuperar la mayor cifra posible de los 1.300 millones que prestó a CCM.

En materia laboral, los sindicatos de CCM exigieron a Cajastur un acuerdo -tiene unos 3.000 trabajadores-. Las dos partes firmaron un compromiso por el que, en caso de reducción de plantilla, las salidas serían mediante medidas «no traumáticas y negociadas previamente».

Una asamblea de CCM debe dar forma definitiva a toda la operación el próximo mes.