J. M. A.

VALLADOLID. El presidente de CajaCanarias, Álvaro Arvelo, lo avisaba el viernes: «Vamos a velocidad de crucero». Banca Cívica espera a Caja de Ávila y Caja Segovia, pero también piensa ya en el futuro más inmediato. Las partes ya han empezado a trabajar en la elaboración del Plan Estratégico de Integración para el primer periodo de desarrollo del Grupo, correspondiente al trienio 2010-2012. En él se concretarán los objetivos y las «políticas» de Banca Cívica a corto plazo y también se insistirá en la internacionalización, uno de los aspectos en que más hincapié han hecho sus promotores y que también ha incidido la Junta de Castilla y León. Así, según ha podido saber este periódico, entre las actuaciones que están ya muy avanzadas y que más llama la atención se encuentra el objetivo de abrir una oficina o sucursal en la Costa Este de Estados Unidos en el verano de 2011, lo que sus propios responsables consideran toda una «revolución». Para conseguir este reto, ya parten con la ventaja de contar entre sus activos con una sede administrativa en Washington.

Oportunidades laborales

Según estas mismas fuentes, la apuesta por crecer más allá de las fronteras tradicionales, sumada a la unión que se establece entre cajas de diferentes comunidades posibilitará que los empleados de cada uno de las entidades tendrán ahora tres ámbitos de desarrollo profesional, tanto local, como nacional e internacionales, por lo que pueden realizar toda la trayectoria vital dentro del mismo grupo.

Otro de los pilares en los que se trabaja es en implantar el modelo de «banca cívica» con la mayor brevedad posible. El en este sentido, la meta es que en tres años todos sus clientes puedan decidir en qué obras sociales destinará la agrupación de Cajas sus ahorros. Es decir, en qué tipo de activos usan sus pasivos. Ya en la actualidad, el 94 por ciento de los usuarios de Caja de Navarra -«alma máter» del proyecto- ya deciden dónde quieren que se utilice su dinero.

En cuanto a las consecuencias que reportará a Castilla y León la posible entrada de tres entidades de la región, sostienen que la inversión en la Comunidad se multiplicará por cuatro e insisten en que «los pilares» de esta operación están en las comunidades autónomas.

Las cinco, de la mano

En cuanto a los plazos que barajan para la posible incorporación de Caja de Ávila y Segovia, mayo es el mes marcado para que se reúnan los consejos de administración. Si aprueban esta operación, creen que en los primeros días de junio puede ser ratificado por las asambleas, como hizo ayer Caja de Burgos. Las fuentes consultadas por ABC son conscientes de que abulenses y segovianos tienen la mitad de tiempo que la burgalesa, pero insisten en que se tiene que «cerrar ya». De momento, las entidades presididas por Agustín González y Atilano Soto estarían cumpliendo muy bien el calendario marcado.

Aclaran, además, que los porcentajes o el peso de Ávila y Segovia no están hecho», ya que es ahora cuando están iniciando la parte técnica que concluirá en abril y que delimitará el reparto de poder definitivo. Aunque Navarra, Burgos y Canarias ya tienen los trabajos hechos y fiscalizados por el Banco de España y Ávila y Segovia hayan empezado de cero, consideran que las sinergias de las cinco cajas son parecidas.