«¿Quién ordenó el chivatazo?». El diputado del PP Ignacio Gil Lázaro volvió a preguntar, una semana más, al ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, sobre el «caso Faisán», y en concreto sobre la persona que dio la orden del soplo que evitó una operación contra el aparato de extorsión de ETA, en el bar Faisán de Irún. El ministro, de nuevo, optó por atacar al PP por tener una «doble vara de medir» y eludió por completo entrar en el tema.

Gil Lázaro se refirió al nombramiento de Víctor García Hidalgo, director de la Policía y la Guardia Civil cuando se produjo el chivatazo, como consejero de Caja Vital. «Así garantizan la desmemoria», acusó Gil Lázaro, quien ve ese nombramiento muy sospechoso. Miró a Rubalcaba y volvió a acusar: «El presidente el Gobierno y usted tienen miedo. Temen que García Hidalgo se dé cuenta de que lo han utilizado como cabeza de turco para endosarle el chivatazo».

Rubalcaba ni se inmutó. Se limitó a comentar la "mala fe" que a su juicio desprendía el PP, y en concreto su portavoz, Soraya Sáenz de Santamaría, por haber dicho una semana antes que mientras García Hidalgo «tenga mala memoria tendrá buenos cargos». Aseguró, además, que el PP situó a 14 imputados como candidatos a alcaldes. «Es su doble vara de medir», dijo. Pero ni una palabra sobre la pregunta y el «caso Faisán».

Rubalcaba achaca el «récord» de muertes violentas del mandato de Rajoy Rubalcaba y la oposición se han enzarzado también a cuenta de los datos de criminalidad. El PP, a través del diputado Ignacio Cosidó, ha acusado al departamento de Interior de pasar «del maquillaje a la cirugía» en las estadísticas sobre la criminalidad, un balance de 2009 presentado recientemente por Rubalcaba. El ministro, con una gráfica en la mano, ha insistido en que durante el año pasado se registró la menor tasa de criminalidad de la década y ha reprochado a los populares que ellos «quitaron policías y guardias civiles de la calle al grito de "quien quiera seguridad que se la pague"». El ministro de Interior ha achacado directamente a un ex ministro de esta cartera, el líder del PP, Mariano Rajoy, el «récord» en muertes violentas bajo su mandato.

El diputado del PP, quien comenzó su intervención manifestando «la más firme condena del PP a la última acción de ETA en Francia» también preguntó al ministro por qué las cárceles a«están a un 200 por ciento de su capacidad pese a tener una de las tasas de criminalidad más bajas de Europa», «al borde del colapso», ha calificado. «Ustedes prometieron una celda por preso y vamos a terminar la legislatura con tres presos celda», ha afirmado Cosidó, que ha zanjado cargando contra el ministro: «Para usted, es lo mismo un delito en Barcelona que en Nueva York: liposucción estadística».

Con intensidad, el titular cántabro de Interior ha contestado defendido que los asesinatos dolosos han descendido durante los seis años de Gobierno socialista y especialmente el pasado año 2009.

Sobre la situación en las cárceles, el ministro aseguró que el PP no construyó ninguna prisión en ocho años y recordó que, desde que una persona es detenida hasta que va a prisión hay un proceso judicial, y añadió que las detenciones en 2009 comenzarán a notarse dentro de un año y medio. No obstante, el ministro añadió que en cualquier caso, «los casos de prisión preventiva también han descendido un 18 por ciento con respecto a 2008».