«No tomamos ni carne ni pescado fresco», dice Rodrigo, padre de cuatro hijos, que hace cinco meses perdió el empleo. Su esposa no trabaja y viven del paro
«Con 24 euros al día comemos los seis y nos vemos obligados a recurrir al banco de alimentos, que tiene productos básicos de gran calidad», afirma Rodrigo, casado y padre de cuatro hijos de entre dos y once años, que lleva cinco meses en el paro y que encuentra serias dificultades para encontrar un nuevo empleo.
La esposa de Rodrigo no trabaja y el único sustento de esta numerosa familia es el subsidio de desempleo. «Disponemos también -dice el padre- de la indemnización que recibí con el despido. La administramos convenientemente hasta que dure». Los niños están escolarizados en un colegio concertado, donde comen con el menú que llevan de casa.
-¿Cómo puede vivir una familia numerosa en esta situación?
-Nos hemos acostumbrado a prescindir de todo tipo de extras. Tenemos que renunciar a comida, ropa, zapatos y ocio. No comemos ni carne ni pescado fresco y buscamos las ofertas.
-¿Qué significa renunciar a todo esto?
-Significa que si queremos comer no podemos comprar otros artículos. Si necesitamos ropa la adquirimos en los comercios más económicos, a costa de la comida. No compramos alegremente sino que miramos el euro al céntimo, ni salimos a comer o cenar fuera.
-¿Qué dicen sus hijos?
-Se han acostumbrado a no pedir caprichos porque saben que no hay para comprarlos.
-¿Cómo afrontan el futuro?
-No es una situación buena pero la afrontamos con esperanza y buscando trabajo. Esa es ahora mi tarea diaria y es muy difícil. Pero, pienso que hay otros que están mucho peor. Y eso me anima.

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