El presidente del Partido Popular, Mariano Rajoy, confesó ayer encontrarse en un buen momento de su vida política, a pesar de tener que afrontar cuestiones delicadas como el «caso Gürtel», que sigue de plena actualidad después de las vaciones de verano.
«CASO GÜRTEL»: La «situación diabólica» del PPCV
Rajoy volvió a hacer público su respaldo al presidente de la Comunidad Valenciana, Francisco Camps, pero a diferencia de otras ocasiones, las últimas revelaciones sobre supuesta financiación irregular del PP regional le llevaron a modular su entusiasmo. Así, el líder popular dijo esperar del partido valenciano que haga «un esfuerzo» por «explicar bien» lo conocido a través de los medios de comunicación. En todo caso denunció la «situación diabólica» en la que, a su juicio, se encuentran Camps y los suyos por «tener que demostrar su inocencia».
«Tengo mucha confianza en Camps, le he apoyado y lo sigo apoyando y espero que hagan un esfuerzo para demostrar no sé exactamente qué, pero van a tener que demostrar su inocencia sin que nadie demuestre su culpabilidad», dijo el líder del primer partido de la oposición para quien las conversaciones publicadas, que demostrarían una supuesta actuación ilegal, «son interpretables».
SITUACIÓN INTERNA: «Preparado para gobernar»
«Me encuentro en un buen momento de mi vida, creo que estoy equilibrado y con las ideas claras», afirmó en la entrevista concedida en plena resaca del éxito del acto convocado el domingo en la localidad sevillana de Dos Hermanas, una de las más importantes cunas del socialismo. Tras afirmar que se cree preparado para gobernar, consideró que el acto del domingo marcará «un antes y un después» en Andalucía, comunidad que vive, a su juicio, el inicio de un «cambio político» y de la que en buena medida depende para asegurarse el triunfo en 2012.
SUBIDA DE IMPUESTOS: Política «suicida» y «disparatada»
Tajante se mostró el líder de la oposición al señalar que no apoyará en ningún caso la política económica «suicida» y «disparatada» del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero. En este sentido aseguró que estaba dispuesto a hablar «de lo que sea» con el Ejecutivo, al tiempo que reiteró el apoyo que el PP ya dispensa al Gobierno en materia antiterrorista o Defensa. Pero en economía los modelos son diametralmente opuestos. Así, Rajoy insistió en las rebajas fiscales y en las reformas estructurales, también en una política de austeridad por parte de las Administraciones Públicas.
EMPLEO Y PRESUPUESTO: «Atentos» para que no ceda ante el PNV
Respecto al anunciado diálogo Gobierno-PNV al objeto de consensuar los PGE para 2010, y que parece pasar por el «blindaje» del concierto económico, anunció que va a estar «muy atento» para que esto no suceda al tiempo que destacó que el Gobierno carece de criterio sobre si pactar a su izquierda o a su derecha. Respecto a los efectos «colaterales» que pueda tener un acuerdo en los presupuestos entre el PSOE y el PNV sobre el pacto de gobernabilidad entre el PSE y el PP, dijo esperar que el jefe del Ejecutivo «no lo estropee por sus problemas de presupuesto».


