¿Qué balance hace de su mandato al frente del Colegio de Aparejadores y Arquitectos Técnicos de Córdoba?

-Para mí ha sido apasionante. He tenido la suerte de contar con una junta de gobierno que se ha ilusionado con cada proyecto que se ha llevado a cabo. La inauguración de nuestra nueva sede es el colofón a todas las iniciativas que hemos desarrollado. Fue a la mitad de nuestro mandato cuando empezamos a plantearnos la necesidad de contar con una nueva sede del colegio y hoy ya podemos decir que es toda una realidad.

-¿Cuáles son los retos que quedan por desarrollar al colegio?

-Muchos. La apertura de la nueva sede le ha abierto al colegio un campo extraordinario a nuestra profesión. Ahora es el momento de que el colegio recupere el lugar que le corresponde dentro de la sociedad cordobesa desde el punto de vista cultural y de organización de cursos y seminarios.

-¿Cuáles son las características de la nueva sede?

-La primera función que tiene el edificio es servir para gestionar administrativamente las necesidades del colegio. No obstante, también se ha habilitado un espacio en la planta baja para que sea abierto al público en general, en cuanto que albergará actividades que ayudarán a potenciar la imagen del colegio en Córdoba.

-¿Cómo les está afectando la actual situación de crisis económica?

-No cabe la menor duda de que nos estamos viendo afectados como parte integrante del proceso de edificación.

-¿Usted está observando signos de recuperación en el sector inmobiliario?

-La tendencia sigue siendo a la baja. Sin embargo, ahora la vivienda de protección oficial (VPO) está ocupando el espacio que antes sólo ocupaba el promotor privado. Entre 2006 y 2007 la VPO estuvo abandonada, pero en la actualidad se ha convertido en el refugio de muchas empresas constructoras. También se están haciendo ahora muchas obras de rehabilitación y de reforma de interiores.

-¿Qué balance hace de los fondos «anticrisis»?

-Son fondos que están ayudando a que muchas empresas se mantengan a flote y conserven su personal. Es un dinero que ayuda a capear el temporal hasta que vuelva a la normalidad. No creo que se vuelva a los niveles de construcción que había antes, pero sí es importante que la situación se estabilice.