¿Logrará Berlusconi sobrevivir al enésimo escándalo? Ésta es la pregunta que toda la prensa italiana y extranjera se hace. Y parece que esta vez ha llegado el momento de ajustar cuentas con el «Cavaliere».
La investigación de la Fiscalía de Bari sobre la presencia de chicas y cocaína en las fiestas del primer ministro italiano está poniendo en peligro el idilio electoral entre Berlusconi y los italianos. Cada día hay nuevas revelaciones escandalosas. Si primero se habló de una chica y de una fiesta, ahora son ya cinco las fiestas y una treintena las mujeres involucradas. En el epicentro de la investigación se encuentra Gianpaolo Tarantini, empresario de Bari que, a cambio de conseguir contratos sanitarios de la Administración, habría «facilitado» chicas para las fiestas de importantes políticos.
Prostituta de lujo
Una de estas chicas se llama Patrizia d´Addario. Ha sido candidata a las elecciones locales por «La Puglia prima di tutto», un partido satélite del Pueblo de las Libertades (PDL), la formación de Berlusconi, y es también... una prostituta de lujo.
Patrizia, en una entrevista al «Corriere della Sera», afirma que recibió dinero para acudir a las fiestas del primer ministro. El primer encuentro con el «Cavaliere» tuvo lugar el 15 octubre de 2008. Patrizia, reclutada por Tarantini, estuvo en la residencia romana de Berlusconi, en una fiesta con otras veinte chicas.
La segunda cita fue en la noche de la victoria electoral de Obama. En aquella ocasión, Patrizia se quedó a dormir por dos mil euros en esa misma residencia romana. Pruebas de estos encuentros son seis cintas y unas fotografías sacadas en el interior de palacio Grazioli. Las imágenes las publicaron ayer los principales periódicos italianos. En las fotos aparecen también las otras dos chicas que acompañaron a Patrizia el 15 de octubre: Barbara Montereale y Lucia Rossini. Ambas se han dejado entrevistar por la prensa italiana. Han relatado más fiestas con chicas del Este, disfrazadas de papá Noel y que llamaban «Papi» a Berlusconi.
La Fiscalía ha ampliado la investigación a un posible tráfico de cocaína, que habrían consumido algunos huéspedes en esas fiestas. Y ha subrayado que la forma en que esas chicas accedieron a una residencia de Estado, el palacio Grazioli, supone una preocupante falta de control. La fiestas «sospechosas» ahora son cinco, incluida la Nochevieja, a la que acudió Noemi Letizia. Se habla de jóvenes reclutadas en toda Italia y de otras personas involucradas, entre ellas, Manila Gorio, una transexual amiga de d´Addario.
Berlusconi habla de un complot de la izquierda. Pero la frase: «Espérame en la cama grande», grabada por d´Addario, parece decirlo todo. Los italianos rebajaron su apoyo al PdL en las europeas y se mantuvieron al margen de un referéndum sobre la ley electoral: la participación fue del 16,4%. Esto parece demostrar el desencanto de los ciudadanos con la política.

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