Miércoles, 29-04-09
Los azulgrana reconocen que las hazañas son parte de la idiosincrasia del Real Madrid. Xavi, certero en el pase y en la palabra, ha puesto el dedo en la herida de la objetividad: «Si el Barcelona estuviera a doce puntos, habría tirado la toalla». Ganadores de 31 Ligas, los blancos han dominado habitualmente las clasificaciones a lo largo de 25 de esos 31 campeonatos. Sólo en dos ocasiones tuvieron que superar desventajas importantes en la tabla, ambas en la presente década. Pero nunca conquistaron el título con doce puntos de desventaja respecto al líder. Las estadísticas están para romperlas. Juande Ramos se dispone a engrosar la leyenda.
El madridismo pretende reescribir con letras de oro la épica del «juntos podemos», el lema que llevó al club al éxito en la edición 06-07. En aquel momento, Capello celebró una corona que la mayoría de sus seguidores habían dado por perdida en la misma medida que la directiva meditaba la destitución del italiano en el mes de febrero. El Madrid se encontraba a seis puntos del Barcelona en la jornada 24 y la Junta pensaba en Míchel, técnico del filial, como relevo. Fabio acudió al Nou Camp, en la jornada 26, con cinco puntos de desventaja -a seis del Sevilla- y la guillotina sobre el banquillo. En la ciudad Condal se vivía el ambiente de cordero degollado. Pero Capello consiguió que la casta de Sergio Ramos se expandiera a todos sus futbolistas y el empate a tres tantos fue el comienzo de una esperanza que se hizo realidad.
2003: hazaña con despidos
«Juntos podemos». El mensaje caló en los jugadores y en los seguidores. La entidad remontó los seis puntos y levantó el trofeo gracias a la mejor diferencia de goles con los azulgrana.
Cuatro años antes, el Bernabéu disfrutó de una reacción aún mayor. El conjunto de Del Bosque se encontraba a ocho puntos de distancia de la Real Sociedad, liderada por el goleador revelación, Nihat. Los blancos realizaron una progresión constante y se adjudicaron el título por dos puntos de margen: 78-76. La celebración fue triste. Hierro y Del Bosque eran despedidos al día siguiente.
Carlos Queiroz sucedió al salmantino en el banquillo. El portugués sufrió el hundimiento más grandioso de la historia blanca al frente de la Liga. Desconfiado con los jóvenes, se apoyó en los veteranos como Zidane, que no pudieron aguantar el maratón. Quedaban doce jornadas y el Madrid era líder, con 8 puntos sobre el Valencia, 9 sobre el Deportivo y 13 frente al Barcelona. Al final quedó cuarto, a seis del Valencia.






