Actualizado Lunes, 27-04-09 a las 13:54
VENECIA. A pesar de negarlo por activa y por pasiva, Salma Hayek y François-Henri Pinault no han podido resisitirse a la tentación de celebrar una re-boda fastuosa por la Iglesia, rodeados de un selecto grupo de invitados, después de que el pasado 14 de febrero se casaran por lo civil en París, en un ceremonia privada a la que sólo acudieron sus íntimos.
Por este motivo, durante los últimos días Venecia se ha ido llenando de rostros famosos del espectáculo y del mundo de los negocios que han viajado a Italia para asistir al enlace con todos los gastos pagados. Charlize Theron y su novio, Stuart Townsend; Olivier Martínez y Ashley Judd; Woody Harrelson y Edward Norton -que mantuvo una relación con Salma Hayek años atrás-; el mago David Blaine; el ex presidente de la República francesa Jacques Chirac, además de nuestros oscarizados actores, a la par que pareja, Penélope Cruz -gran amiga de la mexicana- y Javier Bardem, han sido algunos de los elegidos para acompañar a la pareja en su segunda boda de lujo y glamour.
Todos ellos, vestidos de riguroso negro y tapando sus rostros con las tradicionales máscaras venecianas, acudieron el viernes por la noche a la fiesta organizada por la actriz, previa a su boda religiosa con Pinault, que tuvo lugar ayer por la tarde en el Palazzo Grasi. Pero entre tantas estrellas, la que más brilló fue la pequeña hija de la pareja, Valentina Paloma -la única que no vistió de negro- que, sin salir de su asombro, observaba a sus padres medio ocultos tras máscaras llenas de destellos y plumas.



