Viernes, 30-01-09
La irrupción de Gómez Pereira, al comienzo de los esperpénticos años 90 fue, casi, como si Zidane hubiese saltado a un patio de cole- gio en pleno «gol regate». Películas como «Salsa rosa», «Boca a boca» o su obra más maestra «El amor perjudica seriamente la salud» demostraron que en España era posible hacer comedia sofisticada sin llamarse Edgar Neville. Incluso probó con el thriller erótico («Entre las piernas») antes de estrellarse por causas ajenas a su voluntad con «Desafinado». Tras un par de intentos por reverdecer laureles («Cosas que hacen que la vida merezca la pena» y «Reinas»), el madrileño se arriesga ahora con otro thriller con sonrisas más verticales que horizontales. Los tiempos han cambiado.


