La limpieza del vertido en la superficie llevará un par de meses. Pero la recuperación total de los ecosistemas del Golfo de México tardarán años en recuperarse, asegura el almirante estadounidense Thad Allen.
Una garza se posa sobre las barreras de contención prepraradas para detener el vertido en el Golfo de México | AFP
El almirante Thad Allen, que coordina las acciones de contención del vertido en el Golfo de México, ha afirmado que si bien la limpieza del crudo en la superficie podría llevar un par de meses, la recuperación total de los ecosistemas de la zona podría tardar años.
Un grupo de expertos ha sostenido en una audiencia especial en el Congreso del estado de Luisiana, el más afectado por la catástrofe ecológica, que los operarios que en la actualidad recogen el crudo podrían sufrir daños físicos permanentes en caso de que no realicen esta actividad con el equipo de protección adecuado, informa la CNN.
Cuarenta y nueve días después del colapso de la plataforma petrolífera de BP en aguas del Golfo de México, el vertido ha afectado a unos 200 kilómetros del litoral estadounidense y amenaza con extenderse a Florida, un lugar que en un principio no resultó perjudicado.
Campana metálica
BP logró el pasado jueves instalar una campana metálica sobre la fuga principal por la que escapa el crudo, que según la compañía ha evitado desde la medianoche del pasado domingo el derrame de una cantidad estimada de 1.700.000 litros de petróleo.
«No sólo vamos a asegurarnos de que cualquier proceso de perforación se realice de una manera segura y de que las compañías petroleras sean conscientes de lo que están haciendo, además vamos a asegurarnos de que cada una de las personas afectadas sean compensadas de forma apropiada», indicó el presidente estadounidense, Barack Obama, en una entrevista que se emitirá hoy por la cadena NBC News.
Obama ha asegurado que mantiene a diario reuniones con expertos, pero no «cómo si se tratara de un simposio universitario», sino para conocer a quien debe «patear el culo» por su responsabilidad en el que es considerado el peor desastre ecológico de la historia de los Estados Unidos. El mandatario planta cara así a los que piensan que, desde el pasado 20 de abril, se ha dedicado sólo a celebrar encuentros en lugar de tomar medidas para detener la fuga de crudo del pozo submarino de la petrolera British Petroleum (BP).