DESDE Europa han pedido a España una mayor reflexión sobre nuestra realidad actual respecto a nuestra situación económica. Para acelerar la salida de la crisis, volver al crecimiento y a la creación de empleo, piden mejoras en el ámbito laboral, de las pensiones y del sistema educativo. La educación, siempre la educación. Se nos exigen nuevas reformas educativas a fin de reducir el abandono y el fracaso escolar. El secreto de que un país funcione es que tenga mucho talento, y este factor, desgraciadamente, escasea en nuestro país.

Esta semana ha estado en Córdoba Bernabé Tierno Jiménez, psicólogo, pedagogo y escritor. Autor de más de veinte libros sobre la Educación desde las claves de los padres, los profesores, los adolescentes o la sociedad en general. A través de la entrevista que le hizo nuestra compañera María Roso, ha definido perfectamente lo que es una Educación de calidad: «Una persona educada es la que tiene una alta autoestima, autodisciplina, personalidad y criterio propio... aquélla que ha conseguido activar lo mejor de sí misma».

Bernabé Tierno ha criticado severamente la realidad educativa de nuestro país, con uno de los más altos índices de fracaso escolar de la UE, y donde el Gobierno ha vinculado recientemente la calidad educativa a la promesa política -ya sabemos lo que valen esas promesas- de ordenadores gratis para todos los alumnos: «Hay que formar voluntades y autodisciplina para las mentes, que son la mayor y mejor biocomputadora que existe. Nuestro cerebro es nuestra mejor herramienta. Está bien que haya más recursos, pero ésa no es la solución».

Y ha señalado una de las claves para obtener mejores resultados académicos, la autoestima del profesorado: «El docente tiene que sentirse con una alta autoestima, sabiendo que él puede ejercer su profesión porque la sociedad donde se integra es consciente de la importancia que tiene, de que un país es su Educación, y porque está capacitado y respaldado por la sociedad y por los poderes públicos, que le confieren respeto y autoridad».

Para sentirse dignificado, el profesor, el maestro, debe saber que se le apoya en serio y también debe seguir educándose, formándose, para dar lo mejor de sí a sus alumnos. Si al profesor no se le respalda, desde los cinco pilares de la Educación, Colegio-Administración-Padres-Calle-Televisión, y no se toma la Educación en serio, como ocurre ahora, pasa lo que pasa. Hoy el docente está expuesto a agresiones físicas, verbales, psicológicas, a un desprestigio y desprotección constantes... y a que, encima, recaiga en él toda la responsabilidad educativa.

Concluía sus reflexiones, Tierno, poniendo el dedo en la llaga, al más puro estilo periodístico del porqué pasa lo que pasa y porqué no pasa lo que debería pasar: «Porque aquéllos que cambian constantemente el sistema educativo saben perfectamente que cuantos más tontos, o menos gente crítica, haya por metro cuadrado, más fácil es instalarse en el poder. Es muy peligroso tener gente que piense por sí misma».

En España, se ha hecho habitual que cada Gobierno cambie para su gusto y conveniencia el sistema educativo, muchas veces buscando resultados inmediatos (aprobado generale, disminución del esfuerzo, reducción de contenidos) y obviando que la Educación es la clave del futuro, la clave del destino del hombre y de su posibilidad de actuar en un mundo mejor. Habría que exigir, de una vez por todas, que la Educación estuviese en manos de los educadores, no de los políticos, y éstos solo facilitasen los recursos.