Fernando Lugo, el presidente suramericano con mayor protagonismo en la prensa en las últimas semanas, se escapó de los focos de su país para firmar un acuerdo histórico en Buenos Aires: el fin del conflicto limítrofe que arrastraba con Bolivia desde hace 74 años.

Interpretada la visita como un respiro para Lugo, -acosado por una cadena de reclamaciones de paternidad-, el presidente de Paraguay rubricó con Evo Morales un documento que deja por escrito los límites territoriales y una paz consolidada de palabra y hechos, desde hace más de siete décadas. Ese es el tiempo de la guerra del Chaco Boreal que enfrentó a Bolivia y Paraguay, de 1932 a 1935, por una disputa fronteriza que tenía como telón de fondo la lucha petrolífera.

Etapa superada

A ese flanco apuntó la presidenta Cristina Fernández de Kirchner en su intervención como representante del país garante del Tratado de Paz. Kirchner consideró la guerra como una «una etapa de enfrentamientos sin sentido que solo llevó agua al molino de otros», en alusión a EE.UU. y Gran Bretaña cuyas petroleras, Standard Oil y Royal Dutch Shell no estuvieron exentas de responsabilidad en el mayor enfrentamiento bélico de América Latina del último siglo.

La presidenta de Argentina aprovechó la presencia del embajador de Estados Unidos, Earl A. Wayne, en el acto para colocar en la mira de su discurso a su antecesor en la guerra de Chaco, Spruille Baden, al que calificó de «personaje» además de «ariete más importante» contra la campaña de Juan Domingo Perón en 1945. «En América del Sur nada es producto de la casualidad», descerrajó Kirchner.

Evo Morales, primero en hablar, reivindicó su figura y la de Lugo al asegurar que si ellos hubieran estado al frente de sus países jamás habría estallado la guerra. Morales, con el ambiente también revuelto en su país por la muerte de tres supuestos terroristas en un presunto intento de atentado contra él que abre más interrogantes que certezas, calificó la jornada de «trascendental».

Embarazosa situación

El presidente de Paraguay, al que enfocaban todas las cámaras y perseguían los periodistas para intentar sonsacarle alguna palabra sobre la embarazosa situación que atraviesa en su país, entonó «vivas por la paz para que las apetencias externas nunca más».

La ceremonia consistió en la rúbrica del Acta Final de la Demarcación Limítrofe entre Bolivia y Paraguay, realizada por una comisión mixta presidida por Argentina que arrancó en 1938 y terminó en... 2007. La guerra del Chaco Boreal se saldó con más de cien mil muertos.