Actualizado Miércoles, 29-04-09 a las 23:36
Estados Unidos pidió hoy a Corea del Norte que vuelva a la mesa de negociaciones, después de que Pyongyang anunciara su intención de realizar una nueva prueba nuclear.
"Estas amenazas sólo aislan más al Norte", dijo en su rueda de prensa diaria el portavoz en funciones del Departamento de Estado, Robert Wood. Corea del Norte advirtió que tiene también intención de probar un misil balístico de alcance intercontinental, si el Consejo de Seguridad de la ONU no pide una disculpa por la condena que hizo al régimen comunista por el reciente lanzamiento de un cohete.
Wood insistió en que Corea del Norte "tiene que volver a la mesa" y señaló que están trabajando con sus socios para que "traten de convencer al Norte de que lo haga".
El portavoz estadounidense pidió a "aquellos que puedan tener influencia con el régimen de Pyongyang, a que usen esa influencia para convencerles de que tienen que cumplir sus obligaciones".
Desde que Corea del Norte lanzó un misil el pasado 12 de marzo, Washington ha instado a ese país a volver a la mesa de negociaciones a seis bandas, en las que participan Rusia, EE.UU., Japón, China y Corea del Sur, para el desarme nuclear de la península norcoreana.
El Comité del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas acordó el viernes pasado imponer sanciones a tres firmas vinculadas al aparato militar de Corea del Norte, por su presunta participación en el reciente lanzamiento de un cohete de largo alcance.
Tras conocer las sanciones, que incluyen la prohibición de importar y exportar algunos bienes, Corea del Norte anunció el sábado que ha vuelto a procesar barras de combustible nuclear en su principal planta atómica, la de Yongbyon, con la intención de extraer plutonio.
El portavoz insistió en el regreso a la mesa de negociaciones porque, según dijo: "No creo que vean una disculpa del Consejo de Seguridad".
Corea del Norte llevó a cabo una prueba atómica en octubre de 2006,lo que desató una grave crisis internacional.
Tres meses antes de dicha prueba, Pyongyang lanzó siete misiles, entre ellos un Taepodong-2 de largo alcance, por lo que Naciones Unidas emitió la resolución 1718 en la que le impuso sanciones comerciales y armamentísticas, que han sido la base de las últimas decisiones de la ONU.