El Ejecutivo considera que Estados Unidos ha comprendido ya la postura española y confía en que las expectativas de un encuentro con Obama sigan intactas
Zapatero respalda a su ministra y manda cerrar filas para superar el error
El anuncio de la retirada de las tropas españolas de Kosovo ha puesto nuevamente de relieve la poca habilidad con la que el presidente del Gobierno maneja los asuntos relacionados con la política exterior. Y en cualquier caso, la forma en que se han desarrollado los acontecimientos han dejado la impresión de que existe una gran descoordinación en el seno del Ejecutivo.
Todo apunta a que, a pesar de las manifestaciones de su titular, Miguel Ángel Moratinos, la decisión cogió fuera de juego al Ministerio de Asuntos Exteriores, como lo prueba que los embajadores en Washington y ante la OTAN no tuvieran la menor idea de lo que iba a pasar. El triste papel que hicieron ante las autoridades norteamericanas y atlánticas es fácil de imaginar y el malestar entre los miembros de la Carrera Diplomática es bastante elevado, según pudo constatar ABC.
Gestión de Bernardino león
Para colmo, el intento del secretario general de la Presidencia del Gobierno, Bernardino León, y del general Félix Sanz Roldán, alto representante para la Presidencia Española de la Unión Europea en asuntos relacionados con la Defensa, de contentar a Estados Unidos con la matización de que el plazo de retirada se podría ampliar más allá del verano, fue echado por tierra nuevamente con la nota del Ministerio de Defensa difundida el domingo. En ella se aseguraba que la decisión de replegar las tropas es firme y que el grueso de la misión volverá antes de finales de verano, como anunció Chacón.
Zapatero respalda a Chacón
A tenor de lo que se ha visto en las últimas horas, Zapatero ha dado instrucciones de ofrecer una imagen de unidad, reconociendo que se ha cometido un error, pero respaldando plenamente a su ministra de Defensa, según fuentes gubernamentales, que consideran que Washington ya ha comprendido la posición española gracias a las explicaciones de Bernardino León y las que le ha dado Moratinos por teléfono a la secretaria de Estado, Hillary Clinton. Y, sobre todo, que ahora crecerán las posibilidades de que España aumente su participación militar en Afganistán como quiere la Casa Blanca.
En Moncloa confían en que el incidente no perjudique los esfuerzos que está haciendo el Ejecutivo para demostrar que las cosas van a ir mucho mejor con Barak Obama que con George Bush. Y, sobre todo, que se mantengan intactas las expectativas de que Zapatero y el presidente de Estados Unidos mantengan un encuentro en alguna de las cuatro citas multilaterales en las que van a coincidir durante los primeros siete días del mes de abril. Se trata de la cumbre del G-20 en Londres, del 60 aniversario de la OTAN en Estrasburgo, de la cumbre UE-Estados Unidos, en Praga, y de la reunión de la Alianza de Civilizaciones en Estambul.
Lo cierto es que el resultado de toda la operación es el deterioro de la imagen de España ante sus aliados como un socio fiable. Algunos periódicos europeos calificaba ayer lo sucedido de «desastre diplomático» (Süddeutsche Zeitung).
Aclaraciones de Zapatero
Además, la impresión que queda de todo es que no ha sido una medida de Gobierno, como cabía esperar, sino de algo acordado entre Chacón y Zapatero, con el ministro Moratinos marginado, posiblemente porque no era partidario de que la retirada de las tropas se produjera de esta manera.
En esta situación, tendrá que ser el propio Zapatero, que el pasado viernes, respaldaba la acción de su ministra, quien aclare si hay que hacer caso a lo que afirma Carmen Chacón o a lo que dijo el sábado Bernardino León,tras prometer a los estadounidenses un plazo de retirada más largo si fuera necesario. La ocasión podría venir mañana, miércoles en la sesión de control al Gobierno, donde el líder de la oposición ya ha anunciado una pregunta relacionada con la cuestión.

Enviar a:

¿qué es esto?