Cuarta jornada de la crisis diplomática con la OTAN y EE.UU. desatada por el Gobierno con el anuncio de que retirará las tropas españolas destinadas en Kosovo y, después de las matizaciones, rectificaciones y explicaciones a tres bandas -Defensa, Exteriores y Presidencia-, Carme Chacón se ratificó ayer en los principios que han originado el conflicto: la decisión es de todo «el Gobierno de España», además de «inamovible», y ella se consideraba con todo el derecho de informar directamente a los soldados en «Base España» (Istok).

La ministra de Defensa acudirá el jueves a Bruselas para entrevistarse con el secretario general de la ONU, Jaap de Hoop, y proseguir con las explicaciones sobre los planes de retirada del contingente español que en sus detalles operativos, como adelantó ABC, ya trabaja el jefe del Estado Mayor de la Defensa, José Julio Rodríguez, con los mandos de la misión de la OTAN en Kosovo (KFOR).

Con Solana

Además, Chacón aprovechará que el alto responsable de la política exterior de la Unión Europea, Javier Solana, estará mañana en Madrid para reunirse con él para abordar las consecuencias de la salida de las fuerzas españolas de la autoproclamada república independiente hasta ahora provncia serbia.

Frente al malestar provocado entre los países aliados y las críticas de la oposición por la mala gestión del paso dado por el Gobierno, sólo el gobierno kosovar ha apoyado la argumentación de fondo de Chacón al pedir a la ONU que ponga fin a la misión en la provincia secesionista, por innecesaria y desfasada, una vez que varias potencias como EE.UU. o los principales países europeos reconocen a las autoridades de ese país como un nuevo Estado.

Las tropas españolas eran casi las únicas que se guiaban por el mandato de la OTAN -protección de las minorías-, mientras que las de otras naciones europeas colaboraban abiertamente en la formación de la Policía y el germen de las futuras Fuerzas Armadas kosovares.

La ministra de Defensa tuvo que ofrecer una conferencia de prensa en Rota, donde tenía previsto un acto protocolario, como era la despedida de la fragata «Numancia» y el petrolero «Marqués de la Ensenada», que partieron hacia aguas de Somalia. Chacón volvió a defender que las tropas españolas no pueden seguir en Kosovo porque es una región que se ha declarado unilateralmente república independiente y España no la reconoce como tal. «Los soldados españoles no van a participar en operaciones que ni España ni los españoles quieren ver», sentenció.

Además de insistir en que la salida será escalonada -entre mayo y finales septiembre- y coordinada con las demás fuerzas de la OTAN, el otro mensaje que la titular de Defensa reiteró después del espectáculo de descoordinación e imprevisión del Ejecutivo de Rodríguez Zapatero fue precisamente que la decisión de retirarse de Kosovo era del Gobierno en su conjunto, no suya, además de «firme».

Sobre la parte del anuncio de la retirada que más le tocaba, Carme Chacón agregó que le había parecido «lo correcto» comunicar directa y personalmente a los militares destinados en Istok que era la hora de retirarse porque la misión estaba cumplida con creces.