No hay duda de que, si queremos llevar un tren de vida saludable, el pescado no puede faltar en nuestra dieta. Pero esto es algo muy genérico: no todo el pescado es igual. Dependiendo de qué queramos, nos convendrá consumir un tipo de pescado u otro, prepararlo de esta o aquella manera…
Si queréis aprender un poco sobre el mundo del pescado, hoy os traemos una de las cuestiones fundamentales que hay que saber a la hora de consumir este producto: la distinción entre el pescado blanco y el pescado azul.
Muchos ya sabréis la principal diferencia que hay entre estos dos: el contenido en grasa. Pero la cosa no se queda ahí, cada uno tiene un hábitat distinto, beneficios dispares e incluso formas diferentes. ¿Te interesa? Pues quédate a leer lo que te tenemos que contar.
Los distintos tipos de pescado
Pescado azul
A este tipo de pescado también se le denomina pescado graso. Bajo esta clasificación, se encuentra cualquier pescado que tenga una acumulación de grasa superior al 6%, pudiendo llegar hasta el 25%. No hay un criterio propiamente biológico en la distinción entre blanco y azul, sino que se trata de un criterio exclusivamente nutricional.
El alto contenido en grasa se corresponde con su hábitat: se trata de un tipo de pescado poco sedentario, siempre en movimiento; y habita aguas muy frías. El alto contenido en grasa proporciona una mejor adaptación a las bajas temperaturas y una mayor capacidad de movimiento.
Pero esto no queda ahí: el mayor movimiento de este tipo de pescado hace que tenga una cola más potente que el pescado blanco. Esa cola o aleta cuenta con un borde ahorquillado que corona su cuerpo. Para ir poniéndoos algún ejemplo, el atún o la caballa son pescados de este tipo.
Pescado blanco
En contraste con el pescado azul, el pescado blanco sólo acumula un 2% del total de su peso en grasa. Este tipo de pescado ostenta una aleta dorsal que corona su lomo, habita aguas más cálidas y responde a un entorno más sedentario en el fondo del mar. Ese “sedentarismo” es un factor crucial en el pescado blanco: al realizar una menor cantidad de movimientos, hace que tengan un menor contenido graso que el pescado azul. Algunos tipos de pescado blanco son el rodaballo o el bacalao
Pescado semi-graso
¿Qué pasa entre el 2% y el 6% de grasa? Estos tienen su propio tipo de pescado. En esta categoría encontramos ejemplos como la merluza o el rape. Lo curioso de los pescados semigrasos pueden ir variando dependiendo de la zona de pesca o la época del año. Generalmente, las propiedades nutricionales de estos pescados suelen estar más cercanas a las de los pescados blancos, por presentar un contenido bajo en grasa.
Propiedades nutricionales del pescado
Además de diferenciarse por su grasa, su aleta o cola y su hábitat, cada tipo de pescado ofrece unas propiedades distintas que se pueden tener en cuenta a la hora de elegir uno u otro. Os contamos cuáles son.
Pescado azul
El alto contenido en grasa del pescado azul no implica que este sea malo, de hecho, es todo lo contrario. Un consumo moderado de pescado azul en tu dieta aportará una buena cantidad de grasas saludables, una fuente de Omega 3 y Omega 6. Esto es un apoyo ideal para controlar el colesterol. En este sentido, el pescado azul es un aliado fundamental para combatir el riesgo de problemas cardíacos. Pero no sólo se queda ahí, sino que el pescado azul es también una fuente de proteínas y minerales fundamental.
Pescado blanco
Si lo que buscas es un bajo contenido calórico, el pescado blanco es la opción ideal. Su bajo contenido en grasas hace que este tipo de pescado contenga menos calorías que el pescado azul, además de tener un fácil proceso de digestión. Sumado a esto, el pescado blanco tiene un alto aporte vitamínico, aportando vitaminas tan importantes como la B12, que solo se obtiene por consumo de productos de origen animal. Su alto contenido en yodo, además, puede ayudar a prevenir algunas enfermedades de la tiroides.
Algunas ideas para preparar el pescado de rechupete
Ahora ya tienes razones de sobra para elegir si vas a cenar pescado blanco o azul, pero lo más importante siempre acaba siendo prepararlo bien para que quede rico. Nosotros te proponemos algunas recetas chulas con pescado azul, blanco y semigraso que no fallan nunca.
Recetas con pescado azul
- Sardinas al horno: Durante la temporada de la sardina fresca, es muy apetecible preparar unas sardinas asadas o a la parrilla, aunque muchas veces no lo hacemos por el temor a que se nos llene la casa del olor que desprenden al cocinarlas. Por ello, hoy voy a daros algunos trucos para que podáis prepararlas en el horno de casa sin que desprendan mucho olor y vivamos con él durante varios días
- Caballas en escabeche: Esta receta de pescado es una de las recetas que me han enamorado a la primera, unas caballas muy sabrosas en una receta muy sencilla y que sirve para muchas preparaciones.
- Poke de salmón: Es la última tendencia con arroz y pescado que ha llegado pisando fuerte, y quien sabe si para quedarse. Es un plato sano, equilibrado y sabroso, lo tiene todo para triunfar. El poke es un plato típico de Hawai. Un tipo de evolución del sushi, más variada y fácil de comer.
Recetas con pescado blanco
- Bacalao al ajoarriero de cuenca: El bacalao ajoarriero, ajo arriero, ajada de bacalao, atascaburras o ajo mortero es un plato delicioso con un sabor extraordinario. Aunque la palabra ajo sale en casi todos los nombres que se le dan a este plato, casi no se nota en la receta pues su sabor es intenso a bacalao y cremoso por la patata.
- Rodaballo guisado con patatas y verduras: El rodaballo es uno de los pescados más apreciados en Galicia. Su carne blanca y jugosa tiene una textura muy especial y un sabor delicioso, a puro mar.
Recetas con pescado semigraso
- Merluza en salsa verde: Si tuviera que escoger una de las recetas de pescado y marisco de la gastronomía vasca no sabría elegir entre una buena merluza a la vasca, un guiso de merluza con patatas, merluza a la Koskera o la que os presento hoy, merluza en salsa verde.
- Rape al horno con patatas: Para llevar a la mesa un plato de pescado rico y súper sabroso no necesitamos mucho tiempo. Este rape al horno es muy muy fácil de hacer y tiene un intenso sabor a mar gracias a una al fumet que vamos a preparar simultáneamente, que se mezcla con una versión más suave de la salsa americana, sin su característico flambeado.
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