Para 8
0.9€/pers.
275kcal/100g
Ingredientes
- 4 manzanas Golden
- 4 huevos M
- 300 g de azúcar blanco
- 2 cucharadas de leche entera
- 150 ml de aceite de oliva virgen extra
- 1 sobre de levadura en polvo (aprox. 15 g)
- 100 ml de Cointreau o licor de naranja (el que te guste)
- ½ limón
- Azúcar avainillado al gusto
- 150 g de harina de trigo (aproximadamente)
- Mantequilla (para engrasar el molde)
Que levante la mano quien no haya probado una tarta de manzana en su vida. Ahora, que la baje si nunca ha comido una tarta rústica de manzana como esta, de las que se hacen en casa, sin prisas, sin complicaciones, pero con ese olorcito que se mete por toda la cocina y te hace salivar como un perro frente a la carnicería.
Esta receta tiene ese punto casero que enamora, y con ingredientes básicos y un toque de licor, queda de escándalo.
Las tartas de manzana llevan siglos endulzando la vida a la humanidad, y cada país tiene su versión: en Estados Unidos la “apple pie” es todo un icono nacional, en Francia la Tatin arrasa, y aquí en España nos tiramos más por versiones como la que te traigo hoy, que se acerca mucho a los postres tradicionales de pueblo, hechos con lo que había por casa.
Esta tarta rústica de manzana no lleva base de masa quebrada ni glaseados complicados. Es esponjosa, húmeda, aromática, y la clave está en usar manzanas de calidad (las Golden son una apuesta segura) y dejar que el horno haga magia.
Hay otras recetas que también te pueden apetecer si te va este rollo de repostería casera sin artificios. Prueba la tarta de manzana clásica con hojaldre, muy fácil y con una pinta de pastelería, la empanada de manzana y canela, que no va tanto con la repostería, pero que como entrante está de rechupete, o los buñuelos de manzana, que son como pequeñas bombas de sabor ideales para merendar con café o té. Todas te harán la boca agua y siguen el mismo estilo de cocina sencilla y resultona.
Receta casera de tarta rústica de manzana

Preparación del relleno base de la tarta. Las manzanas
- Pelamos las manzanas, las partimos en cuartos, quitamos el corazón y cortamos la mitad en láminas finas. La otra mitad la laminamos en medias lunas finas, para decorar. Rociamos con zumo de medio limón para que no se oxiden y reservamos por separado.
- Añadimos el azúcar avainillado y el Cointreau. Removemos todo bien para que se integren los ingredientes, y reservamos.




Preparación de la nata montada y relleno de la tarta
- Cascamos los huevos separando las yemas de las claras. Montamos las claras del huevo a punto de nieve.
- Ponemos las claras en un recipiente amplio y limpio. Añadimos una pizca de sal y empezamos a batir a baja velocidad hasta que se forme un poco de espuma. Cuando empiezan a espumar debemos añadir azúcar. Lo normal es añadir una cucharada por cada huevo, la solidez del azúcar hará que las claras suban más deprisa.
- Una vez tengas la primera espuma bate a más velocidad hasta que las claras alcancen la fase de puntas blandas. Continuamos batiendo hasta que las claras tengan tanta cohesión que puedas volcar el cuenco sin miedo a que las claras caigan de él. Reservamos.
- En otro bol, mezclamos las yemas con el azúcar, el aceite de oliva virgen extra y un par de cucharadas de leche. Lo batimos todo muy bien hasta que quede una mezcla homogénea.
- Tamizamos la harina sobre la mezcla y le añadimos una cucharadita de levadura en polvo. Removemos todo muy bien con la ayuda de una espátula. Ahora, incorporamos poco a poco las claras montadas y mezclamos de nuevo hasta que quede uniforme.








Horneado y presentación de la tarta de manzana
- Engrasamos un molde con mantequilla. Vertemos un poco de la masa para cubrir el fondo. Ahora vamos colocando las láminas de manzana en una primera capa, hasta cubrirla por completo.
- Volvemos a verter masa por encima de las manzanas y de nuevo disponemos láminas de manzana sobre esta última capa de masa. Añadimos unos pequeños trozos de mantequilla y espolvoreamos azúcar avainillado por encima.
- Metemos en el horno precalentado a 180 °C, con calor arriba y abajo, durante una hora, vigilando que no se queme. Pasado este tiempo, y para comprobar si está hecha, podemos pinchar la tarta con un palillo. Si sale limpio, es que la tarta está terminada.
- Cuando esté lista, sacamos y dejamos templar en el molde unos 10-15 minutos. Luego desmoldamos con cuidado y dejamos enfriar del todo sobre una rejilla. Aunque se puede comer tibia, está más rica al día siguiente, con los sabores ya asentados.
Si estás buscando una receta casera, fácil y con ese sabor de siempre, ya la tienes. Pruébala y luego ya me contarás si no te has comido dos trozos del tirón.
No necesitas batidoras caras, moldes sofisticados ni técnicas de repostería avanzada para hacer esta tarta rústica de manzana. Con lo básico y un poco de cariño, te sale una merienda de las que no duran ni media hora en la mesa.

Consejos para una tarta rústica de manzana perfecta
- Usa manzanas Golden o reineta, que aguantan bien el horneado y tienen el punto justo de acidez.
- No te saltes el paso de batir bien los huevos con el azúcar: es lo que hace que el bizcocho suba bien y quede esponjoso.
- Puedes cambiar el Cointreau por ron, brandy o zumo de naranja si no te gusta el alcohol.
- El azúcar avainillado se puede sustituir por un poco de canela si prefieres un toque más especiado.
- Si ves que la superficie se dora demasiado rápido, cubre con papel de aluminio a mitad del horneado.
- Esta tarta aguanta perfectamente 3-4 días si la guardas tapada en un lugar fresco, incluso mejora con el tiempo.
- En algunas zonas de Castilla y León, se le añade un poco de anís en grano para dar aroma, y se servía tras los guisos del mediodía. Es una de esas tartas que, sin pretensiones, terminan siendo las que más se recuerdan.
Última revisión: 5 agosto 2025
Hemos trabajado 5 horas y 10 minutos para que disfrutes esta receta. ¿Cómo se calcula?
80 min. cocinando, 30 min. para hacer y editar las fotos, 120 min. para grabar y editar el vídeo, 45 min. para redactar y 35 min. para organizar y publicar todo en la web y en redes sociales.
😊 Sin contar lo que dedicamos a investigar cómo hacer la mejor receta, comprar los ingredientes, comerla (y repetirla si no ha salido de rechupete), leer vuestros comentarios y responder a las dudas.
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