Risotto de setas, trufa y langostinos

Para 4 3.8€/pers. 175kcal/100g

Entre turrones y polvorones, una buena comida navideña necesita un plato que deje a todo el mundo con la boca abierta… y no precisamente por cantar villancicos. Si estás hasta arriba de preparar asados que llevan más horas que una partida de ajedrez y no quieres terminar oliendo a horno durante tres días, este risotto de setas, trufa y langostinos es tu jugada maestra.

Tiene sabor a celebración, pinta de plato caro de restaurante y, lo mejor, se hace en menos de una hora. Y ojo, que no hace falta ser ningún chef con gorro blanco para sacarlo bien. Aquí venimos a cocinar como en casa: con calma, buen rollo y sin ponernos demasiado exquisitos (aunque con un punto gourmet que siempre queda bien delante de la familia). Si tienes arroz SOS especial Risotto, unas setas, unos langostinos y ganas de hacerlo rico, ya tienes la mitad del camino hecho.

Para variar un poco y seguir en modo chef navideño, aquí van otras ideas que podrían encajar como un guante con este tipo de celebraciones: Arroz con bogavante, para los que quieren algo todavía más potente; risotto de setas y gambas, una mezcla cremosa y original; y fideuá de marisco, que se sale del arroz pero sigue en esa línea festiva y sabrosísima. Todas son ideales si buscas platos resultones para estas fechas.

Receta casera de risotto de setas, trufa y langostinos

Ingredientes para hacer el risotto

Preparación de la base del risotto

1. Lo primero que hacemos es pelar los langostinos si los hemos comprado con piel, reservando por un lado las cáscaras y cabezas, y por otro la carne. Podemos aprovechar esas cáscaras para reforzar el sabor del caldo de marisco: las doramos un poco en una olla con un chorrito de aceite y las cubrimos con agua, dejando que hiervan unos 15 minutos. Después colamos, y listo.
2. Mientras se hace el caldo, picamos bien finita la cebolla y los ajos. Lavamos y troceamos las setas. En una sartén grande o cazuela baja, echamos un buen chorro de aceite de oliva virgen extra y sofreímos todo a fuego medio-bajo, que se haga despacio, sin prisas, hasta que esté bien blandito pero sin quemarse.
3. Añadimos las setas troceadas y subimos un poco el fuego. Dejamos que suelten el agua y se doren un poco. Aquí ya huele que alimenta.

Cocción del arroz y finalización

1. Incorporamos el arroz y lo rehogamos un par de minutos, removiendo bien para que se impregne de todo ese sofrito. Añadimos el vino blanco y dejamos que se evapore el alcohol. Este paso le da un toque muy rico, así que no lo saltamos.
2. Vamos añadiendo el caldo caliente, poco a poco, como si estuviésemos mimando al arroz. Añadimos un par de cazos, removemos y dejamos que lo absorba. Repetimos este proceso durante unos 18-20 minutos. Tiene que quedar cremoso pero con el arroz al dente.
3. A falta de 5 minutos para que termine la cocción, añadimos los langostinos cortados en trozos medianos (o enteros, si nos mola más el efecto “langostino completo en el plato”).
4. Cuando el arroz ya esté en su punto, apagamos el fuego y añadimos la mantequilla, el parmesano rallado y el aceite de trufa. Removemos bien para que quede meloso, casi como un arroz con textura de crema. Probamos de sal y pimienta, y ajustamos si hace falta.
5. Servimos en platos bonitos (que para eso es Navidad), y si tenemos unas láminas de trufa negra, este es el momento de sacarlas a pasear.

Este risotto de setas, trufa y langostinos es ese tipo de plato que parece de restaurante caro, pero que puedes hacer en casa sin volverte loco. Tiene ese puntito navideño, ese aroma elegante, ese sabor que te pide un brindis con vino blanco bien fresquito.

Consejos para un risotto de setas, trufa y langostinos de rechupete

• El arroz SOS especial Risotto se comporta muy bien para risottos si lo tratamos con cariño. Lo importante es ir añadiendo el caldo poco a poco y remover con mimo.
• Si tienes tiempo y ganas, haz un buen caldo de marisco casero con espinas de pescado blanco, cabezas de langostinos y alguna verdura. El sabor sube de nivel automáticamente.
• El aceite de trufa es muy potente: mejor quedarse corto al principio e ir probando. Si te pasas, se come todo el sabor de los langostinos y las setas.
• Si no tienes parmesano, puedes usar Grana Padano o incluso un buen manchego curado rallado. Que no sea por falta de queso.
• Las setas congeladas también sirven, pero es mejor descongelarlas y escurrirlas bien antes de cocinarlas para que no suelten demasiada agua.

La primera vez que hice este risotto fue en una cena de Nochebuena en la que, por circunstancias de la vida, nos habíamos quedado sin horno. Ni pavo, ni cordero, ni dorada al horno… así que tiré de nevera y salió este plato improvisado con restos de langostinos, una bandeja de setas que andaba triste y sola, y un bote de aceite de trufa que me había regalado mi suegra (de esos regalos que dices “esto no lo voy a usar en la vida”… pues mira). Fue un exitazo. Tanto, que desde entonces es tradición familiar.

Y lo mejor de todo: no necesitas pasarte la mañana entera cocinando ni hipotecarte para conseguir los ingredientes. Basta con ponerle cariño, seguir los pasos y tener a mano un buen arroz SOS. ¿Te animas a probarlo estas Navidades? Pues ya sabes: delantal, cuchara de madera… y al lío.

Última revisión: 20 noviembre 2025

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