Para 6
0.5€/pers.
70kcal/100g
Ingredientes
- 200 ml de agua
- 150 g de azúcar
- 150 ml de zumo de limón recién exprimido (aproximadamente 4 limones grandes)
- 1 cucharada de ralladura de limón
- 200 ml de agua fría
Que los polos son un pedazo de hielo al cual podemos dar el sabor que queramos ya lo sabemos pero, ¿sabías que los polos tienen una historia más interesante de lo que parece? La leyenda dice que un chaval de 11 años llamado Frank Epperson inventó los polos por accidente en 1905. Sí, sí, como lo oyes. Frank dejó un vaso con soda y un palo de madera en su porche una noche fría en San Francisco, y cuando se despertó, ¡boom!, había inventado el polo.
Si pensamos en los polos como si fueran los miembros de una banda de rock, el polo de limón sería el guitarrista solista: refrescante, ácido y siempre en el punto justo para despertar los sentidos. Además, no hay nada como un polo de limón casero para transportarnos directamente a la infancia, cuando un simple helado podía hacerte sentir el rey del mundo por unos minutos. Así que, abróchate el delantal y prepárate para convertirte en un maestro de los polos.
No sin antes, y como siempre hago, darte alguna alternativa, por si el ácido no es tu fuerte. Estos polos caseros de cerezas picotas no tienen nada que envidiar al polo de limón. Y si el hielo no es lo tuyo, puedes probar con esta refrescante receta de smoothies o batidos de frutas.
Receta de polos de limón caseros

Elaboración paso a paso
- Primero, vamos a preparar un jarabe de azúcar. Esto suena más complicado de lo que es, pero te aseguro que hasta un koala somnoliento podría hacerlo. En una cacerola, mezclamos 200 ml de agua y 150 g de azúcar. Lo calentamos a fuego medio, removiendo constantemente hasta que el azúcar se disuelva completamente. No queremos que hierva, solo que se disuelva. Cuando el agua esté clarita y sin grumos, apartamos del fuego y dejamos enfriar. Si tienes un termómetro de cocina, asegúrate de que la mezcla no supere los 100°C. Si no, hazlo a ojo y confía en tu instinto. Aquí no hay espacio para dramas culinarios.
- Mientras nuestro jarabe de azúcar se enfría, vamos a ponernos en modo exprimidor humano. Cortamos los limones por la mitad y los exprimimos hasta sacarles toda su esencia cítrica. Necesitamos unos 150 ml de zumo, lo que viene siendo el jugo de unos 4 limones bien majos. Si te gusta la acidez, este paso te va a encantar. El truco es exprimir los limones sobre un colador para evitar que las pepitas acaben en nuestro zumo. A nadie le gusta morder una pepita ¿verdad?
- Cuando el jarabe de azúcar esté frío, lo mezclamos con el zumo de limón y 200 ml de agua fría. Removemos bien para que todo se integre. Luego, añadimos una cucharada de ralladura de limón para darle ese toque extra de frescura. Aquí, amigos, es donde la magia comienza a suceder. La ralladura le da un punch extra que hará que nuestros polos sean los más refrescantes del barrio. Eso sí, asegúrate de rallar solo la parte amarilla del limón. La parte blanca es amarga y podría arruinar nuestro delicioso brebaje.
- Ahora viene la parte divertida: llenar los moldes para polos. Vertemos la mezcla en cada molde, dejando un poco de espacio en la parte superior para que el líquido se expanda cuando se congele. Colocamos los palitos en el centro y nos aseguramos de que estén bien rectos. No hay nada peor que un polo torcido que se cae en cuanto lo sacas del molde. Si no tienes moldes para polos, puedes usar vasos de plástico pequeños y palitos de madera. La creatividad es la madre de la innovación, y estos polos van a ser una obra de arte.
- Colocamos los moldes en el congelador y ahora toca la parte más dura de la receta: esperar. Debemos dejar que nuestros polos se congelen durante al menos 4 horas, aunque si puedes aguantar la tentación, déjalos toda la noche. Así te aseguras de que estén bien firmes y listos para ser disfrutados.
Ya tenemos listos nuestros polos pero, ¿se podrían mejorar? Pues aquí tienes unos tips a tener en cuenta.

Consejos para unos polos de limón caseros perfectos
- El secreto de la acidez: Si te gustan los polos más ácidos, puedes añadir un poco más de zumo de limón. Pero cuidado, no te pases, no queremos que estos polos sean más ácidos que el humor de un lunes por la mañana.
- Textura cremosa: Si quieres unos polos más cremosos, puedes añadir un poco de leche condensada a la mezcla. Esto les dará una textura más suave y un toque extra de dulzura que es simplemente irresistible.
- Toque de hierbas: Para un toque sofisticado, añade unas hojas de menta o albahaca al jarabe de azúcar mientras se enfría. Retíralas antes de mezclar con el zumo de limón. Esto le dará un aroma y un sabor sutilmente herbáceo que te transportará directamente a una terraza veraniega.

Hacer polos de limón en casa es como volver a la infancia, cuando todo lo que importaba era disfrutar del verano sin preocupaciones. Además, es una actividad perfecta para hacer en familia o con amigos, ¡y mucho más barata que ir a la heladería!
Para aquellos que siguen dietas específicas, esta receta es fácilmente adaptable. Puedes sustituir el azúcar por edulcorante para hacerlos más ligeros, o usar zumo de limón ecológico si prefieres un enfoque más natural. Y si eres vegano, esta receta es tu receta, ya que no contiene ningún producto animal.
Y para los que buscan experimentar, ¿por qué no probar con otras frutas? Polos de naranja, de fresa o incluso de sandía. ¡Las posibilidades son infinitas!
Última revisión: 18 agosto 2025
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