En nuestro blog puedes encontrar casi de todo, pero quizás con la cebolla, el ajo y el pimiento, el ingrediente que más solemos emplear en recetas saladas es el pimentón. Y es que hasta el toque más pequeño con este ingrediente puede cambiar por completo un plato, ese polvo rojo que, con sólo una cucharadita, aporta color, aroma y carácter a mis sofritos, guisos y salsas.
La receta puede empezar con cebolla y tomate, o con legumbres de toda la vida, pero ese toque final de pimentón lo eleva. Como mejora un estofado de carne, una salsa brava (sin él, no sería ni salsa ni nada), un mojo picón o cualquiera de las recetas gallegas con su famosa «allada» a base de pimentón, no hay bacalao o merluza en caldeirada sin él… Vamos que nuestro blog no sería el mismo.
Así que vamos a adentrarnos en su mundo: qué es, por qué usarlo, en qué variedades se presenta y cómo sacarle el mayor partido. Sigue leyendo cocinillas.
Beneficios del pimentón
El pimentón no sólo sirve para condimentar: también ofrece un interesante abanico de propiedades nutricionales y saludables.
- Es rico en antioxidantes, incluyendo vitaminas A y E, licopeno y otros carotenoides, que ayudan a proteger las células del daño oxidativo.
- Además, contiene minerales como hierro y favorece su absorción, lo que puede ayudar en casos de anemia ferropénica.
- También se le atribuyen efectos antiinflamatorios o digestivos: el pimentón puede favorecer la producción de enzimas digestivas, mejorar la digestión y, gracias a su contenido en capsaicina (en sus versiones más picantes), estimular la circulación.
- Y no menos importante: dado que aporta sabor y color de forma intensa, puede ayudar a reducir la cantidad de sal que usamos en los platos, lo cual siempre es una ventaja desde el punto de vista dietético.
Tipos de pimentón
No todo pimentón es igual. Depende de la variedad de pimiento, del proceso de secado, del origen geográfico y del nivel de picor o ahumado. Aquí tienes los principales tipos:
- Pimentón dulce: sabor suave, sin apenas picor, ideal para platos donde queremos color rojo intenso y carácter, pero sin que resulte agresivo.
- Pimentón picante: para quienes buscan un golpe de sabor y picor. Aquí la capsaicina juega un papel importante.
- Pimentón agridulce: a medio camino entre dulce y picante; aporta complejidad, ideal para marinadas o platos que requieren equilibrio.
- Variantes “de origen” con personalidad propia: por ejemplo, el Pimentón de la Vera (Denominación de Origen en Extremadura) que añade además matices ahumados gracias al secado con leña.
- También existen pimentones ahumados, versiones específicas de Murcia u otras regiones que destacan por su sabor característico.
Consejos a tener en cuenta sobre el pimentón
- El pimentón es una de esas especias que definen la cocina española. Aporta color, aroma y ese toque ahumado o dulce que hace inconfundible un guiso o un buen chorizo casero. Hay tres grandes tipos: el dulce, suave y redondo; el agridulce, con más carácter; y el picante, con un golpe de sabor que alegra cualquier plato. El más famoso es el Pimentón de la Vera, con su inconfundible aroma ahumado gracias al secado con leña.
- Además de su valor culinario, el pimentón es rico en antioxidantes, vitaminas A y E y minerales como el hierro. Añadir una cucharadita puede potenciar el sabor sin necesidad de usar tanta sal, algo ideal en una dieta equilibrada.
- Para sacarle el máximo partido, incorpóralo al final del sofrito o cuando el aceite ya esté templado: si se quema, amarga. Úsalo en guisos, marinadas, aliños o verduras asadas, y prueba también a espolvorear un poco sobre huevos, hummus o patatas cocidas. Un toque tan sencillo que marca la diferencia.
Usos del pimentón en la cocina
- El pimentón dulce es perfecto para guisos tradicionales, legumbres, arroces y platos donde queremos un sabor redondo, sin sobresaltos. Por ejemplo, en una olla de lentejas, un arroz de verduras o unas patatas a la riojana.
- Si quieres un toque más potente, con carácter o para platos más intensos, recurre al pimentón picante: embutidos, carnes al horno, guisos con vino o tomate, etc.
- El pimentón ahumado, o el que proviene de pimientos secos con madera, es ideal para dar ese fondo profundo a platos de carne, pescados, salsas robustas o incluso en marinadas.
- En la cocina saludable, el pimentón puede usarse como sustituto parcial de la sal: aporta sabor intenso, color atractivo y ayuda a reducir sodio sin perder potencia.
- Un consejo práctico: añádelo al final de la cocción o justo después del sofrito, para preservar sus aromas. Si se cocina demasiado, puede perder parte de su fuerza o incluso adquirir un sabor amargo.
- También funciona muy bien en aliños: un buen aceite de oliva, ajo, hierbas frescas y una cucharadita de pimentón cambian cualquier ensalada o verdura asada.
Curiosidades sobre el pimentón y alguna receta de rechupete
La historia del pimentón es tan rica como la de muchos otros ingredientes comunes. El pimiento entra en Europa tras los viajes al Nuevo Mundo, y en España su uso se integra en embutidos, guisos, escabeches y conservas.
En una región como La Vera, el pimentón se seca con madera de encina o roble, lo que le da ese matiz ahumado distintivo. Desde allí se extendió su fama.
Un apunte curioso: en la cocina húngara, el pimentón es casi la “especia nacional” y está presente en platos como el gulash.
En nuestra gastronomía popular, el pimentón colorea y da sabor a platos tan sencillos como unas patatas, un escabeche o unas migas, pero también figura en recetas “estrella”. Está ahí, silencioso, pero siempre presente.
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